Ilustración de Aimeé Cervantes Flores
Poemas a Salvador Novo
I. Abuelos
Alguien
llega a casa tan gris
del trabajo, en la cama se recuesta
y recorre, con los ojos bien cerrados,
los sitios de su infancia.
Se
ilumina
el principio de una lágrima
y canta, en pensamientos, una canción
que ya todos olvidaron.
Parecía que de la infancia
ya no tenía nada; y sin embargo,
las sábanas amanecen húmedas
como en aquellos días
donde los peores monstruos
visitaron sus sueños.
II. Ocaso
El
sol es una mujer
que nos mira y se esconde,
y cuando nosotros volteamos
la vista hacia ella,
atraídos por su cálida mirada,
solo alcanzamos a ver las puntas
de sus cabellos rojizos
quemándose.
III. Último informe
En
lo que concierne
a la muerte de ese pájaro
solo queda decir
que aquel árbol ha perdido
el mejor de sus frutos.
IV. Insectos, de pronto
Porque
eran sus seis patas inadvertidas
y su presencia invertebrada;
porque,
si de cucarachas es
el asunto, un crimen siempre
tiene la justificación adecuada;
por
eso mi suela aplastó
sus tres centímetros hasta que de tres
fueron tres y cachito.
Tú
miraste amorosamente mi crimen
y, emulándolo, interrumpiste con tu tacón,
el hasta entonces insospechado,
último salto de aquel grillo;
y
así, entre los zumbidos que apagan la tarde,
abriste tu ser íntimo de par en par.
Ahora, a manera de venganza,
y en representación de toda
su mínima e innumerable clase,
una mariposa
se posa en tu sexo
impidiendo el Amor.
***
Carlos Sánchez Emir [Carlos Ignacio Sánchez Ramírez] (Ciudad de México, 1998). Ha sido becario, un par de ocasiones, en el Curso de Creación literaria para jóvenes de la Fundación para las Letras Mexicanas en la Universidad Veracruzana y, de igual manera, becario del Festival Cultural Interfaz ISSSTE-Cultura/Los Signos en Rotación. Forma parte del “Taller literario Igitur” y del proyecto “Crítica y Pensamiento en México”.
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