Duelos humanos. A partir de “In Memoriam” – Reseña de Melissa Tarabay

Andrés fue ahuyentado de esta vida hace seis meses. En mi intento de salir adelante con la pérdida y el duelo, estuve en un taller de escritura creativa, donde conocí a Catalina B. y a Milagros. Entré porque las palabras para llorarle a mi mejor amigo, habían comenzado a diluirse. Fue Catalina B. quien me prestó In Memoriam (2022), libro que estuvo en manos de su proyecto editorial independiente Amigas Íntimas, editorial argentina que se publica en textos sobre crítica y arte contemporáneo, al igual que textos literarios de escritorxs nuevxs. Me da la impresión que la elección de colores en la portada del libro, un fondo azul rey con el tono rosa pastel en el título y la silueta de una vela en la contraportada, remiten confianza de esperar encontrar la trascendencia, más que a la muerte misma. 

Media vita in morte sumus

La curadora Gaby Cepeda escribe sobre la figura del duelo, que muchas veces resuena al oleaje, en donde las punzadas de dolor pueden llegar como un set, o a veces ser episodios distantes y muy fuertes, casi como una séptima ola alejada de su conjunto. Mi terapeuta ya me lo había dicho, la forma de mi duelo es un vaivén de agua salada y espuma. El acto de la muerte no es una novedad para el cuerpo; la pérdida del colega/amistad/amante, siempre será dolorosa. He pensado mucho en ser amable con mis tiempos. Si quiero llorar, lloro; si quiero quedarme callada, lo hago; si necesito alejarme de quienes me rodean, así tiene que ser. Cepeda escribe al final de su texto sobre el señor Mario, quien vivió en su mismo edificio. Los vecinos se dieron cuenta cuatro meses después que su cuerpo estaba inerte, tirado en su piso. Sigo sin entender cómo no se puede notar cuatro meses de ausencia, que muy probablemente llevaran consigo el olor a vida inerte y el aturdimiento de un silencio absoluto. La muerte resulta una situación azarosa que puede respirarnos la nuca, presentarse ante nosotros mientras volteamos a ver la calle desde nuestra ventana, sorprendernos al recibir un mensaje que anuncie la muerte de seres queridos. 

Con respecto a la estructura de In Memoriam, después de su introducción vienen catorce escritos tan íntimos, que me sentí intrusiva en sus dolores. Cada texto parece un paneo de sus vidas: su geografía, anatomía, vínculos, declaraciones de amor incompletas, recopilación de anécdotas, trabajos artísticos, carreteras recorridas, huellas en la arena, lápices gastados, cigarros fumados. Leía cada uno, y solo pensaba en el mapa de vida que Andrés dejó en mi camino. Tuvimos las olas del mar en nuestra infancia con sus gritos, y ahora me quedo con el silencio de su ausencia impregnada en el concreto de las calles. 

Zoe MG sobre Omar Gutiérrez Noriega

Algunas lecturas del librome empujaron a la realidad de asimilar que Andrés ya no está aquí. Pienso en el texto que escribió Zoe MG sobre Omar Gutiérrez, en donde separa con tres fechas, momentos importantes que hace al lector esclarecer el vínculo que los unió y que muestra rastro de esa conexión intocable. En las casi cinco páginas de crónica y carta de amor simultánea, Zoe MG desdobla la vulnerabilidad que implica saberse en un momento y espacio lejos de una persona que ya no tiene retorno. Durante la última parte de su texto, la autora nos coloca en su presente. Habla de un presente con promesas, confesiones y nuevas adaptaciones a su vida. A partir de la muerte de Andrés, mi único destello de tranquilidad ha sido suponer que él siempre supo lo mucho que lo amé. Resulta bello asimilar que la muerte es una extensión de vida, pues los afectos y memorias creadas no se destierran ni se desbaratan. 

Mónica Nepote sobre Grace Quintanilla

Es el homenaje a la amistad que Mónica Nepote escribe para Grace Quintanilla. El inicio constante de una carta que parece incompleta, da la sensación de leer un texto de siete hojas que comienza y después se borra, una y otra vez, a pesar de tener las palabras plasmadas. En la carta de múltiples inicios, Nepote muestra el origen de la amistad hecha familia con Grace. Me hace recordar que el origen de un vínculo es honrar los momentos vividos. Nepote comparte imágenes oscuras como “lugares diluyéndose”, “casas rotas” y “hacer falta”, que se vuelven dicotomía de las luminosas “presencia solar”, “milagro en donde una re florece y recupera lugares” y “pactos de amistad más suaves y bellos”, las cuales forman un hálito de esperanza que abraza mi duelo. Nepote también escribe sobre lo que significó para ella haber visto entrar a un gorrión al CCD: “¿o era mi ansia por encontrar símbolos que me explicaran lo precipitado que fue todo: el diagnóstico, las pocas semanas para hablar contigo, estar cerca de ti, tu declive y tu partida?”. Al leerlo, sentí mucha cercanía con la situación, pues con Andrés viví esa misma búsqueda de símbolos para hacerme a la idea que seguía aquí, con nosotros. Cuando me enteré de su asesinato en la calle Medellín, yo estaba de vacaciones en esa ciudad latinoamericana, y el mismo día, conocí a un Andrés que cumple años el ocho de marzo. Ahora elijo verlas como coincidencias, sin embargo, abrazo a la Melissa que aún piensa que se trataba de mi mejor amigo haciendo presencia durante el trauma que implicó perderlo.

Manolo Larrosa sobre Emiliano Yoshigei Gutiérrez Nakatani

En el escrito de Larrosa, a diferencia de los anteriores, no encontramos un formato de carta, sino de una crónica atemporal en donde el artista narra su primer encuentro con Emiliano Yoshigei para después centrarse en la descripción de sus manos. Narrar la importancia de sus movimientos y elementos que las acompañan, como un cigarro, un anillo, la intención que se ve en ellas para acentuar el énfasis de alguna frase dicha, pienso que evidencia la cercanía e importancia entre ellos, así como nos permite conocer un poco acerca de cómo era Emiliano. Considero que la vista y el tacto son sentidos irrefutables en su relación. Pensar en los sentidos que me unían a Andrés, me remiten de inmediato al oído para que escuchara mis cuentos y a la vista para poder apreciarlo en escena. 

Manolo abre una ventana que nos ayuda a visualizar el trabajo de Emiliano y sus intereses a partir de las descripciones detalladas, como en la exploración de figuras corpóreas en una pieza compuesta de torsos masculinos hechos de jabones ZOTE. 

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In Memoriam está construido a partir de escritos colectivos que surgen de lo privado, pues son textos que, si bien muestran el vínculo entre dos artistas, también son reflejadas vertientes entretejidas con voces que los acompañaron durante su vida. Los escritos logran un acercamiento entre el lector con la muerte, al igual que el arte, los juegos, los discursos, las calles, la familia, la música compartida y los recuerdos. Ahí encuentro la belleza de este ejercicio de escritura y homenaje editorial, en la conexión inevitable de la vida y la muerte. Al final, conocer In Memoriam implicó cuestionar mi nueva relación con Andrés. Aunque aún no estoy segura de cómo seguir con este duelo, he entendido lo que busco, y eso implica aprender a recordarlo desde el amor y no desde la ausencia. 


Melissa Tarabay
Melissa Tarabay

Autora: Melissa Tarabay (1995). Resumir experiencias en pocas líneas es el pasatiempo que emplea desde que aprendió a escribir con la pluma negra. Su sueño es vender historias que la mantengan para que pueda viajar y vivir la suya.