Tras la sangre, plumas negras y letras rojas: “Entre zopilotes”, de Ricardo Mendoza

Quienes trabajamos alguna vez en un periódico no olvidamos la consabida orden del jefe de redacción a los reporteros de la sección de policía: “¡Que la página chorree sangre!”.

Ricardo Mendoza

A lo largo del 2022, se registró la publicación diaria de al menos catorce noticias de atrocidades a lo largo de todo el país. En tan sólo un año, 5317 notas periodísticas narraron las historias de tortura, asesinato, linchamientos, violaciones, calcinamientos, entre tantos otros horrores, que actualmente configuran nuestra cotidianidad. Por tanto, el género periodístico de la violencia extrema anuncia su más terrible vigencia dentro de la realidad mexicana.

El periodismo de los “hechos de sangre”, la sección policiaca, la histórica nota roja, es el tintero de donde abreva la estupenda pluma de Ricardo Mendoza Reséndez (México, 1968) para materializar Entre zopilotes. Apuntes de un reportero policiaco (2022). A lo largo de las páginas de este ensayo testimonial presentado por la Editorial Universitaria de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), el autor descorre el velo que ha cubierto durante décadas el polémico fenómeno de la prensa policiaca en México.

Este libro está escrito con el buen quehacer del reportero, como cualquier nota periodística a ocho columnas, desde la máxima de contar una historia atrapante, emocionante, memorable. Entre zopilotes fluctúa entre las formas del reportaje testimonial, del ejercicio autobiográfico, de la investigación periodística y del ensayo crítico para retratar, desde la más neutral sinceridad, los entresijos ya no sólo de la nota roja y del periodismo policial, sino de la labor de quienes durante años han ejercido este oficio y de las transformaciones que ha tenido a lo largo del tiempo.

Así, estos apuntes de un reportero policiaco configuran una recapitulación casi genealógica que nos lleva a recorrer los cambios que ha tenido el género de la nota roja con el paso de las décadas y la evolución de los contextos. Desde la voz de los propios reporteros y sus reportajes, esta obra nos muestra cada momento de este fenómeno desde la labor de la vieja guardia en los años ochenta hasta los días actuales donde la inmediatez de un tweet se ha vuelto la principal fuente de información dentro de la nueva normalidad pospandémica.

A lo largo de este viaje por las planas ensangrentadas, el periodista norteño con más de treinta años de experiencia nos despliega todo un abanico de historias, testimonios, análisis y posturas que ponen en perspectiva muchas de las preconcepciones que comúnmente se tienen respecto a la nota roja, siempre con la voz cuestionadora de quien ha experimentado la compleja vida del periodista en primera persona.

Al incomparable dolor de perder a otro hijo y un hermano en el accidente, se sumaron actos de vileza durante la tragedia: unos desconocidos asaltaron a las víctimas, sacaron dinero y otras pertenencias incluso de los cuerpos sin vida.

Ricardo Mendoza, Entre zopilotes. Apuntes de un reportero policiaco, UANL, p. 147

Entre sus páginas, este libro plasma el trabajo de un oficio infravalorado, polemizado y francamente despreciado incluso dentro de las propias redacciones de los periódicos. La sección policial, aquel escalafón más “bajo” de la pirámide periodística, cobra una nueva dimensión al ponerla a ras de calle y al revalorizar la labor de lxs reporterxs encargados de retratar los lugares más oscuros a la realidad de un país convulso en el que el miedo, la sangre y la propia muerte se vuelven el pan de cada día.

Yo nunca sentí la necesidad de actuar como un policía, siempre estuve consciente de cuál era mi papel: darle voz a quien no la tenía.

Claudia Elena Bañuelos Mendoza

Desde ahí, Ricardo Mendoza configura un discurso que denuncia las malas prácticas, abusos y violencias que se manifiestan hacia y dentro del medio periodístico. A lo largo del libro, se hacen tangibles problemas tan alarmantes como el control y la censura de la prensa por el narcotráfico, la violencia directa a los periodistas, los sobornos por parte de altos mandos políticos, los asesinatos o, en el mejor de los casos, la prevalencia del “plata o plomo” que desde hace poco más de una década ha enmarcado la labor periodística del país.

De la misma manera, Mendoza encara los males que radican en las propias redacciones de los periódicos en donde la conservación de un puesto en la sección policial puede depender de conseguir o no “el muerto del día”, situación que lleva a límites casi inimaginables los esfuerzos por un reportaje. Corrupción, amenazas, miedo y censura son algunos de los fenómenos que se reflejan hacia dentro de cada historia retratada, donde se manifiestan los cuestionamientos profesionales, políticos y éticos que implica este oficio y da cuenta de las personas de carne y hueso que encarnan esta disyuntiva día con día.

Me despidieron por sufrir acoso sexual, defender la nota sobre un feminicidio y principalmente por advertir y luego evidenciar un error en el criterio editorial.

Irene Zapata Camacho

En este punto es en donde radica uno de los más grandes aciertos de este libro. Entre zopilotes retrata desde la más cruda honestidad cada ángulo que delimita el complejo dilema del periodismo sobre asesinatos, accidentados, violaciones y demás atrocidades que conforman la nota roja y que desde hace algunas décadas ha exigido cambios desde las prácticas hasta los marcos legales que los contienen.

El dilema es complejo: ¿cuáles son los límites éticos y políticos al momento de confrontar los derechos humanos y la libertad de expresión dentro del periodismo? ¿Qué sucede cuando en medio de esta confrontación se inmiscuyen intereses políticos de grupos de poder o motivos económicos enfocados en la venta de periódicos? ¿Cómo equilibrar la búsqueda de justicia sin atentar incluso contra los derechos humanos de los propios victimarios y sus familiares? ¿Cómo posicionarse como editorxs, reporterxs o como simple público lector frente al dilema ético de la crueldad?

Este libro ahonda en todos estos cuestionamientos que dan luz a un contexto cultural en el que la prostitución de la violencia es la protagonista. Las líneas de Mendoza dan cuenta desde la creación de los encabezados y el “bautizo” de los casos donde el cinismo y la mofa son el ingrediente primordial, hasta las implicaciones socioculturales y políticas que conlleva la publicación de este tipo de noticias, pasando por las distintas posturas éticas que los propios periodistas han asumido para poder seguir adelante con su oficio.

Frente al dilema de la crueldad en la nota roja, el propio Mendoza se posiciona y defiende la importancia de una prensa policiaca que dé cuenta de la realidad violenta del país, pero que al mismo tiempo la cuestione desde una lógica capaz de volver a sensibilizarnos frente la violencia. La posibilidad de situar de nuevo la crueldad como algo indeseable, trastocador, es la que ha abanderado a incontables reporteros que buscan una nota roja capaz de cuestionar socialmente, que genere una salida que supere las pretenciones de la prensa sensacionalista.

La nota roja me llevó a descubrir el rostro más inhumano de la violencia, pero al mismo tiempo la posibilidad de buscar justicia. 

Elsa Ángeles Vera

En este sentido, es notable la intención del autor por reivindicar la figura del periodista policiaco. Todas las historias recabadas aquí buscan dar rostro, concientizar y volver a humanizar a los periodistas que dan cuenta de las atrocidades con las que convivimos diariamente. Nombrar a las personas y relatar sus propias historias, miedos, deseos, afectos, permite entender una dimensión más íntima y real que socialmente ignoramos al colocarnos frente a la idea de los “zopilotes” de la nota roja. 

Al cubrir una nota jamás te imaginas que la víctima será alguien de tu familia, tu hermano. […] Lloré al informarle a mi esposa y al resto de la familia.

Ernesto Ochoa Santoyo

Finalmente, este libro no pierde la oportunidad de enunciar el momento actual de la nota roja y del periodismo en general, frente a la crisis de la prensa convencional y el auge de los soportes digitales y las redes sociales. A partir del balance de costos y beneficios de los nuevos soportes, procesos y mecanismos, Mendoza confronta el declive de un oficio que se aferra a no desaparecer frente a un sistema que busca abaratar costos, eliminar la profesionalización y situar la inmediatez incluso por encima del buen hacer de la noticia.

Con todo esto, Entre zopilotes se configura, a la vez, como una carta de amor y como una carta de denuncia desde y hacia la nota roja. Ya sea desde la historia de los paquetes de cocaína perdidos que más tarde fueron usados para pintar las líneas de un campo de futbol, hasta la historia del reportero declarado muerto en un accidente para después volver a la vida y  terminar la nota, adentrarse en el libro de Ricardo Mendoza invita a observar detrás de las frías planas cubiertas de sangre para conocer, por fin, las increíbles historias de lxs reporterxs que dan rostro a la más cruda realidad mexicana.

¿Con qué escribe? ¡Qué usted nunca ha sufrido! eran frases para transmitir su conocimiento a generaciones de periodistas. Con ellas pretendía hacernos crecer en la escritura y nos alentaba a crear el mejor texto posible basado en las emociones. Debíamos escribir desde el dolor para contar las historias con el alma.

Ricardo Mendoza, Entre zopilotes. Apuntes de un reportero policiaco, UANL, p .144

Entre zopilotes. Apuntes de un reportero policiaco se encuentra disponible en la tienda de la Editorial UANL, donde puedes adquirir tu ejemplar para recorrer las líneas de este increíble trayecto por el periodismo policiaco en México.

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