La carne debe servir a la carne – Poema de Layla Lemus

La carne debe servir a la carne 
así por mandato natural
se cauteriza la piel al tacto;
se enmudecen los amantes en el clamor genital.
Y nuestras soledades, una con la 
otra, se disuelven en deseos. 
Duelen en la humedad 
de nuestra desnudez, sexos 
frenéticos,
                    orgasmos,
los dedos hurgan el gemido.
El éxtasis terminó de beber a los amantes. 

Nuestros cuerpos, todavía jóvenes, 
bajo la grabada ansiedad de nuestros 
rostros, inocentemente 
viajeros irreales
van trazando espacios vacíos 
entre las pieles de la rabia, 

la piel abrazada 
se volvió lejanía 
de tenerte tan cerca.
Por el inquieto afán del perdón y la memoria 
me lloré y los lloré a todos. 

Amé incluso cuando 
el amor sabía a sombra,
te arrastré como el muerto que salva a la vida.

Ésa es la claridad que devora la noche, cuenta los demonios de calles enterradas.
Aquellos que escondieron apenas la voz de todos
y así sobrevivieron siglos 
en el rumor del viento.


Autora: Layla Lemus (Estado de México, México, 2003). Finalista en la tercera Jornada poética «Los amorosos hablan», en el Colegio de Ciencias y Humanidades plantel Vallejo. Ha publicado en la revista Espora de la Universidad De Las Americas Puebla. Ha sido seleccionada para formar parte de la quinta generación de Nido de poesía por LibrObjeto Editorial.