Me vive, me está viviendo
este lugar solitario,
objetos de barro roto
entre la yerba y la ciudad,
sombra de río y de gusanos,
sol que abusa de la costumbre
de sentirse en el aire igual
un día atrás de otro.
Me viven los fantasmas de ecos perdidos,
los años cumplidos que traen
junto a un mensaje de polvo del pasado
un pedazo de recuerdo apagado
por las lluvias que llegan
desde la distancia.
Me viven nuevas estaciones
de calendarios sin ventanas,
los besos de viejas primaveras,
pegadas a mí, con lazos de memoria.
Me vive un hundido sueño en una gaveta,
las piernas sin ritmo, cruzadas,
en la resonancia de un viaje
que duerme en el margen
de los días en el silencio manchados
por una lágrima que cayó
hace muchos años.
Mi mirada es un engaño,
con sus treinta años,
contrasta con las arrugas y las canas,
madura ya de mi juventud lejana.
La lejana voz de los amores
son lagos de paz para mi seco mundo,
metido en el rincón de su sótano.
Ya no me quedan semillas en los huesos,
mis oídos con alas tensas, presos,
no sienten los rumores.
Ya no tengo fuerzas para lanzarme
en nuevos viajes sin orillas,
viajo sólo sentada en la silla
y cuando almuerzo me quedo dormida,
como quién sale de la vida
para continuar otra vida en el sueño.
Autora: Yuleisy Cruz Lezcano (Cuba, 1973). Vive en Marzabotto (Bolonia, Italia). La poeta llegó en Italia a la edad de dieciocho años; estudió en la Universidad de Bolonia y consiguió el título en Ciencias de la Enfermería y Obstetricia. Consiguió, además, un segundo título en Ciencias Biológicas. Trabaja en Salud Pública. En su tiempo libre se dedica a la escritura de poemas, relatos, a la pintura y a la escultura. Ha obtenido numerosos reconocimientos, así como publicaciones en las antologías nacionales e internacionales. Ha representado su país natal por dos años consecutivos al Festival Internacional de la Poesía de Tozeur en Tunicia. Ha publicado dieciséis libros de poemas en Italia y un libro de narrativa.