Ilustración de Carlos Gaytán
Describo, en seguida, la creación paralela de dos sujetxs que pertenecen a las condiciones de su ficción: Motoko Kusanagi, de Ghost in the Shell (Mamoru Oshii, 1995), y Lil Nas X en su nuevo video «MONTERO (Call me by your name)» (2021).
*
Las piezas están listas. Las cubiertas anteriores y posteriores se han colocado con cuidado de tal manera que cubren el conjunto de músculos sintéticos, que a su vez cubren un intrincado sistema corporal hiperconectado a través de cables, circuitos y nanochips. El sistema óseo, conformado en su mayoría por placas de un material todavía desconocido, otorga soporte a la nueva humana. Al tiempo, toda la información de un cerebro biológico es escaneada a velocidades cuánticas, de tal forma que, en una fracción de segundo, la información ha sido codificada y decodificada, lista para implantarse en el molde. Una vez que se han cubierto los mecanismos, la humana luce como un títere cuyos hilos fueron remplazados por entradas y cables. El modelo es transportado por una red de tubos repletos de una mezcla entre alcohol isopropílico y agua hasta llegar al área de pintura. Una cyberpiel temporal cubre el cuerpo del androide y revela el fenotipo con el que fue diseñada. Se eleva, levita, hasta llegar al área de control de calidad, donde su cuerpo es examinado a profundidad con láseres. El modelo 3D del resultado aparece en la pantalla y de su examen se encarga la inteligencia artificial. La cyberpiel temporal, como una serpiente que muda de escamas, se evapora y revela rasgos faciales más expresivos. Luego la nueva humana es introducida en posición fetal en un cuerpo de agua límpida, como si se tratase de líquido amniótico. Sube, todavía cubierta por el agua poco a poco ensuciada por su nuevo cuerpo, a través una estructura cilíndrica. Emerge y la someten a un último control de calidad en manos de una súper computadora. Motoko Kusanagi despierta después de un sueño agitado en su departamento. Abre, todavía somnolienta, la ventana. Mira los edificios y se prepara para un día en la Sección de Seguridad Pública 9.
Describí mi interpretación del inicio de Ghost in the Shell y del proceso de creación de una persona sintética. El cuerpo de Motoko, como el de todxs nosotrxs, se encuentra atravesado por el conjunto técnico del último escalón del desarrollo tecnológico. Ella confiesa sentirse atrapada por el enorme grupo de conocimientos operativizados que la encierran. Su existencia es una cárcel que no captura a su alma, sino a su cuerpo. Es un logro de la logística informática, de la biotecnología y de la programación, pero no es un milagro magnánimo, sino una condena disfrazada. Aunque sus compañeros vigilantes aún conservan partes humanas, su devenir no es distinto que el de la mayor Kusanagi. Motoko es el sujeto que han creado las revoluciones tecnológicas, pero ella no ha pedido ser manufacturada. Su relación con el mundo es frágil. Ante este panorama, poco importa si hay un futuro orgánico para los cuerpos pues el nuevo sujeto ya no necesita ninguna base viva. La lluvia cae sobre el Japón distópico y parece presagiar el fin del sujeto.
*
Bienvenidos a Montero. El lugar donde no tienes que ocultar nada. Una serpiente escurridiza y brillante que recuerda a la lava se desliza sobre un campo fértil y revela un árbol de la vida reflejante de plástico. Debajo se encuentra Lil Nas X, el pecado original, quien toca una guitarra mientras la serpiente, ahora transformada en un ser que recuerda a Star Trek, se desliza hacia abajo siguiendo la ruta del árbol. Asusta a Lil Nas X y éste huye para tratar de escapar de varias caras que son él mismo. La serpiente antropomorfa lo atrapa, lo besa y lame su ombligo. El árbol de la vida se desintegra para convertirse en un coliseo. Lil Nas X, por poco desnudo, es llevado de la mano por sus iguales al centro del coliseo. Encadenado sufre el juicio de otros yo y de todos los espectadores de piedra del coliseo. Por un momento, parece elevarse a la clarividencia del cielo cubierto por una espesa capa holográfica. Ve, casi como ilusión, a un ángel al final del viaje. Un kilométrico tubo de pool dance irrumpe en el paraiso y Lil Nas X decide tomarlo en sus manos para deslizarse sensualmente hacia abajo a través de una estructura cilíndrica que se prolonga hasta el infierno. Ejecuta perfectamente cada movimiento y llega al averno, heroicamente, sin despeinarse. Se acerca al trono del diablo. Le baila, lo lame, lo seduce. En un descuido, toma al diablo por detrás, le parte el cuello y le roba los cuernos. Unas alas negras y unos ojos brillantes conforman su nuevo cuerpo. Lil Nas X ha tomado el poder en sus manos.
Describí mi interpretación del video musical “MONTERO (Call me by your name)”, de Lil Nas X y el proceso de creación de un sujeto completamente nuevo. El cuerpo de Lil, como el de todos nosotrxs debería, intenta desatravesarse de todo el conjunto de prejuicios que ha y han impuesto. Elle confiesa no tener más miedo de simplemente existir. Su existencia no será más una cárcel que capture ni su cuerpo ni su alma. Es un milagro de su propia vida, del infierno y del paraíso. Aunque lxs otrxs aún conserven partes robóticas, su devenir no será distinto al de Lil. Nas X es la/el/elle sujetx que sí mismo ha creado. Su relación con el mundo es sólida. Ante este panorama, poco importa si hay un futuro binario para los cuerpos pues el nuevo sujeto ya no necesita ninguna categoría. El diablo yace inerte en su trono y parece presagiar unx nuevx sujetx.
Ilustrador: Carlos Gaytan Tamayo (Ciudad de México, 1999). Estudia Ciencias y Artes para el Diseño en la UAM Azcapotzalco. Formó parte de varias exposiciones colectivas de cartel en su universidad. Algunas de sus obras ilustran artículos de Cultura Colectiva. Su trabajo se inspira en diversas técnicas y se encuentra en el diseño gráfico y la ilustración.
