Poeta
Poeta, eres una soledad en susurro musical.
Eres una noche de puros cantos desaguados.
Vives en el sueño de cada musa en el olvido.
Poeta, eres una voz toda de llena melancolía.
Estás en carne salvando el parnaso del más allá.
Poeta, sufres el llanto de una humanidad inasible.
Estás en furor imaginando a las ángelas inmaculadas.
Siempre te creas como un mozo de poesía.
Poeta, nunca te quedas con la queja ausente.
Siempre te juegas como un niño de encantación serena.
Nunca te quedas sin hacerle versos a la lluvia.
Poeta, siempre estás en cada estrella rota.
Nunca te agonizas sin palabras en vida.
Estás en ceremonia con la divinidad insondable.
Poeta, alegras la pesadilla más luta del corazón.
Estás en oración con las diosas del mar.
Poeta, eres el fuego del cielo más negro en lejanía.
Eres una presencia de fulgor en retratos alucinados.
Resides en el corazón de cualquier mujer ultrajada.
Poeta, eres siempre el novio de la lirista poetisa.
*
La escarlata
Su voz es rubicunda,
dice todo lo que siente,
no se guarda ningún secreto.
Madura por lo humilde,
se hace con los semejantes,
palpita en la prestancia.
Ella en lo fervoroso marinea,
alcanza la esencia de la verdad,
esto es lo que impresiona.
Dan ganas de llorarla,
lo capaz la ampara,
nunca se ausenta.
Ella anda libre como la paz,
respira con el corazón,
su moralidad alboroza.
Es una libertaria,
predice el otro despertar,
albura con la bella primavera.
*
Madre María
La belleza se consagra;
impoluta, maravillosa,
retoñece entera por el sacrificio,
va forjándose con adoraciones humanas.
A oda de salvación, reluce esta sagrada,
nos da la confianza ante la tribulación,
junto a su salvaguardia trasegamos paisajes.
Igualada, salpica nuestra cara de rubíes.
Por su manifestación; prolifera simpatías,
sacando palomas de las bocas,
nos genera concierto a la población.
De mayor ascensión, prorrumpe la fastuosidad,
alborotándose entre abrazos y lágrimas;
la acogemos nosotros con el corazón,
por su gracia, llegamos en caravana los héroes.
*
Claridad
Y llueven flores azules del cielo.
Es la pureza espiritual.
Despierta la naturaleza más embellecida,
la primavera viene con serenidad.
Reverbera esta tierra de bosques y
mares maravillosos.
Toda la inmensidad se sorprende rebosante,
hay nubes de margaritas y de paz.
Renace el universo del arco iris,
se reza el viento con la música.
Una gaviota de rocíos,
vuela a lo libre,
presagiando madrugadas de estrellas.
Espíritus entre luces límpidas,
propagan las auras acuosas,
crece la armonía.
Todos los seres vivos
encantados ante tanta divinidad.
La vida feliz,
columbrada en sueños y esperanzas.
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Autor: Rusvelt Nivia Castellanos (Colombia, 1986). Poeta, cuentista, comunicador social y periodista, egresado de la Universidad de Tolima. Segundo ganador del concurso literario Feria del libro de Moreno, organizado en Buenos Aires, Argentina, en el 2012. Fue premiado en el primer certamen literario, Revista Demos, España, año 2014, entre otros recibimientos.