¿»Parasite» será la mejor película del año?

Se presume como la mejor película del 2019: Parásitos (Parasite) de Bong Joon Ho, en la cual se mezcla la sátira social con el drama y una ligera crítica a las clases sociales. Sin embargo, aunque es una maestría de estilo fílmico con excelentes actuaciones y una Palma de Oro a cuestas, en mi opinión es olvidable y genérica.

Muchos cinéfilos seguramente me atacarán cuando lean mis razones del por qué esta gran película surcoreana no me parece la gran propuesta del año. No es por llevar la contraria ni mucho menos parecer pedante; es más, trataré que la reseña sea lo más corta posible y no divagar. Comenzaré con una premisa simple: el director se repite a sí mismo.

Es reiterativo en temas e intención de aleccionar al espectador. Aunque tiene una película de monstruos llamada The Host, muy querida por los amantes del género, también realizó Snowpiercer con Chris Evans, donde introduce la historia acerca de un tren que no hace más que dar vueltas al mundo después de un apocalipsis.

Parásitos es una sátira social que si bien puede jactarse de ser una de las mejores propuestas cinematográficas del año, no llega a ser lo bastante buena como para seguir hablando de ella en los días después de haberla visto. Su historia es genérica pero sí goza de un excelente tratamiento de dirección y actuación. El problema es que, al momento de compararla con algunas otras producciones, resulta olvidable y, aunque no es nada mala, se amontona en ese cúmulo de historias en el subconsciente.

Ahora, lo que resulta novedoso para el espectador es la nacionalidad de origen. El cine surcoreano tiene una gran calidad cuando salen de sus intentos por replicar al cine americano. Hablo de los que Netflix sube a granel en su plataforma. Tenemos ejemplos destacables como Okja, también de Bong Joon Ho y Tren a Busan.  Estos ejemplos son novedosos, tanto en tratamiento de género como de tema. Ambas repiten temáticas, pero también innovan en la forma de presentarlas al espectador. Estos son algunos de los más recientes ejemplos que demuestran que el cine oriental está tomando una relevancia importante.

Uno de los muchos aciertos que tiene la película es la ambigua manera de plasmar un enfrentamiento social. El director nunca deja en claro si es una crítica a la alta sociedad, una exposición de los bajos estratos sociales, o quizá una tesis acerca de lo que ambas no se dicen y cómo se confrontarían en una situación parecida.

Sin embargo, no ahonda en nada ni tampoco toma partido; lo mismo que sucede en Snowpiercer. Su ligero acercamiento es resultado más de un cosquilleo que el director tiene sobre colocar o exponer el tema sobre la mesa, que realmente colocarse en una postura que nos acerque a una reflexión social.

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Parásitos / Cinépolis Distribución

Tampoco es un postulado acerca de la lucha de clases. Esto ya es una sobreintelectualización del tema que se aborda en la película. Cosa contraria si el director hubiera profundizado mucho más en el tema, pero ni siquiera describe en boceto postulados planteados por Karl Marx, por ejemplo. Como escribí párrafos arriba, es sólo un acercamiento superfluo a una idea, no lo suficientemente fuerte para impactar, aunque tampoco pase desapercibida.

Las críticas sociales no son nuevas. Tenemos a Luis Buñuel en El ángel exterminador, donde coloca a los altos estratos sociales en situaciones glotonescas y lujuriosas, rebajándolas a los más básicos instintos, lo cual hace que se les baje de su pedestal al convertirlos en lo que somos todos: seres humanos. También Los olvidados que explora la miseria, no sólo económica, también humana de personajes de un sector un mucho más desafortunado. Eso mismo sucede en Viridiana, donde plasma de manera mucho más voluptuosa la perversidad humana de ambos sectores de la sociedad. Estos tres ejemplos están hechos con el afán de ahondar en los temas y generan una revolución mental en el espectador. Parásitos no, pero tampoco puedo asegurar que esa haya sido la intención del director surcoreano.

En conclusión, Parásitos es una muy buena película que ya está dentro de las listas top de muchos. Ha ganado la Palma de oro en Cannes, ya está nominada en los Globos de Oro como Mejor Película Extranjera y lo estará en los Oscar. Aun así la película no logra llegar a mi top ten de lo mejor del año, aunque no niego su tratamiento y osadía en demostrar un estilo cinematográfico de cine de autor en un ámbito mucho más comercial, casi de blockbuster.