El arte entre un oasis

José Luis, Balam y TRSTTHCRSS son tres artistas que trabajan con diferentes formas, desde sonidos hasta computadoras. Sus creaciones abarcan lo colectivo, lo individual y sus relaciones, por lo que reflejan un espectro muy grande en la creación artística. Ellos estuvieron presentes en el primer Microforo, por lo que mostramos ahora sus comentarios acerca del arte contemporáneo, el capitalismo, los espacios de exhibición y la recepción del público.

Primera Página: Nos gustaría platicar acerca de cómo visualizan ustedes principalmente estos espacios. ¿Cómo se observan a sí mismos dentro de su grupo y qué papel desenvuelve cada uno dentro del mismo?

José Luis: Creo que, empezando por lo del grupo, más allá de decir que somos un grupo que trabaja sobre esto, en realidad trabajamos en conjunto, pero cada quien está bajo sus propios intereses, sus propias inquietudes plásticas, conceptuales. Lo que de alguna manera yo siento que nos tiene unidos, por un lado, es que nos conocimos en la carrera, somos compañeros de la misma generación y, por otra parte, esta idea de intentar empezar a generar una serie de estrategias que nos permitan trabajar en esto, poder estar produciendo y también estar mostrando nuestra obra.

TRSTTHCRSS: Sí, digo, en cuanto a los espacios yo opino que cualquier espacio es bueno, ya sea institucional, sea en este caso una librería, sea en las casas de cultura, yo creo que también en esa parte la cultura sí debe ser accesible a todo tipo de público. Yo creo que no tengo ahorita conflicto con ningún tipo de espacio; más bien hay que buscar diversificarlo más, expandirlo.

Balam: Además es un buen ejercicio para que la gente pueda reflexionar sobre aspectos del arte, que vean lo que está sucediendo en otras partes, que estamos tratando de salir del espacio tradicional.

JL: Sí, como de las posibilidades de un lugar como éste, porque es una librería que está en una plaza, por estar en una plaza no deja de ser una librería. De laguna manera siento que es un carácter ambiguo, pero tratar de acceder a este tipo de espacios es un buen ejercicio porque, incluso organizar una exposición, uno mismo tiene otra lógica, unas galerías tienen una lógica, los museos son diferentes. Es interesante ver qué pasa si un espacio que prácticamente tiene el potencial de ser un oasis, ¿no? Dentro del mundo del capitalismo, que son las plazas, pues enfatizar esa parte de que la cuestión plástica o una conferencia puede generar ese intersticio en donde la gente viene a hablar de otras cosas y no solamente a consumir. Está chido, ¿no?

PP: O consumir otra cosa, ¿no? Un producto cultural.

JL: Bajo otro paradigma, las plazas están diseñadas para que la gente compre, ¿no? Entonces el transformar esa dinámica es algo un poco complicado en el sentido de la burocracia que se tiene que generar para que esto sea posible, porque si tú vas a un lugar autogestivo con unos punks ahí nadie te va a decir “no puedes pasar” o “wey, no puedes clavar un clavo”. Uno puede ir y, como dice Eduardo, diversificarse y entonces todos ganan porque el lugar de repente tiene imágenes que no son solamente las portadas de sus libros tiene gente que viene a hacer otra cosa que no es venir al ocio, sino a enriquecerse de alguna u otra forma y nosotros también ganamos en el sentido de que, por un lado, conocemos gente y, por otra parte, hacemos este ejercicio que hasta cierto punto no es tan común.

TR: Sí, que no habíamos realizado antes. Nos tuvimos que adecuar sobre todo a las cuestiones del espacio, como ya les había dicho José Luis, de que no puedes clavar cosas y entonces uno tiene que ver cómo sobre pasa esos pequeños problemas para poder realizar un buen montaje.

PP: Yo tengo una gran duda. ¿De dónde nace su nombre?

TR: Bueno, ese nada más es el mío, del colectivo no tenemos nombre.

PP: ¿No tienen nombre? ¿De dónde nace el tuyo?

TR: El mío, pues, realmente no significa nada. Es algo más fonético. Yo trabajo mucho con sonido, mis piezas dentro de lo gráfico es buscar una identidad colectiva de la Ciudad de México a través del paisaje sonoro. Es algo totalmente fonético. No tiene mayor significado y más que nada fue cuando estaba realizando investigaciones sobre la poesía concreta.

PP: ¿Y ustedes qué hacen? ¿A qué se dedican?

B: Mi nombre pues es Balam, ese es mi nombre artístico y de pila y yo trabajo mucho con medios digitales. De hecho las obras de mis piezas están ahí expuestas. Son intervenidas digitalmente, les di una salida tridimensional y tienen el título de una imagen como nosotros la guardaríamos en la computadora.

TR: Archivos JPG.

Balam: JPG, JPNG, es así como una forma de situarnos en un espacio temporal en el que estamos rodeados de algo digital, todo es digital como reflexionar sobre eso.

JL: Yo trabajo mucho con la gráfica y el dibujo. Yo soy maestro de dibujo también, entonces todo el tiempo me gusta estar como buscando qué posibilidades existen dentro de eso y en la gráfica de alguna forma más que la técnica por sí misma es como los intereses que hay en un proceso de reflexión. Las piezas que traje hoy casi todas son de una serie que es acerca de lo individual y lo colectivo, eso se puede ver. Hay una en donde es el individuo en un plano más metafísico pero es su exterior, del adentro hacia el afuera, y en la otra, que es la que está por allá, pues es mucho acerca de colectivo. Es muy obvio pero de eso se trata: ¿De qué relación existe entre lo que hago yo y lo que haces tú y lo que hacen todos y cómo eso empieza a generar ecos que se van entretejiendo? ¿Cómo es que nuestras acciones van rebotando entre sí para construir la realidad? Es como lo que me interesa en mi reflexión y creo que también por eso me gusta mucho la actividad de dar clases porque siento que es un forma de que lo individual se convierta en algo colectivo porque es estar trabajando con las personas desde el hecho de generar experiencias y generar conocimientos. Creo que es lo mismo que una exposición, ¿no? Genera una experiencia para que haya un intercambio de percepción de presencia. Eso es lo que me interesa, el hecho de producir es algo que uno hace por necesidad.

PP: ¿Cómo llegan a Microforo?

TR: Por Alfred que no ha llegado, que es el otro integrante de lo que trabajamos de manera colectiva. Realmente él es el que ha trabajado mucho pues con Fey, Gerardo y con Shamu. Él estuvo en lo de Naipes, ahorita estuvo en la grabación de la película. Fue a través de su invitación, dijimos: “Bueno, pues vamos a intentar en ese espacio a ver cómo es la respuesta de las personas que asisten”, porque también eso es una retribución muy importante para el artista: que la obra no se quede sólo en que la monto y ya ahí se queda. Hay que ver cómo la gente responde a eso. A veces se te acercan y te dan comentarios que inclusive tú no habías visto en tu obra.

B: Como una especie de duelo de nosotros contra el público. Como confrontarlos, ponerlos contra algo nuevo, algo distinto y nosotros también situarnos en ese algo distinto.

PP: Fey nos comentaba hace un momento sobre que en México existe una gran cantidad de artistas y lo que faltan son espectadores. ¿Ustedes creen que sí faltan espectadores? ¿Cómo acercar a esos espectadores?

JL: Es que hay de todo, ¿no? En una semana empieza la semana de las galerías y dentro de ese grupo puedes encontrar gente que va por curiosidad, gente que compra obra, pero hay gente que compra un mercado internacional, es decir, que tiene un gusto por ir al jardín del arte o al monumento a la madre. Hay banda que le gusta comprar stickers y fanzines, como que eso depende mucho de los círculos que hay. La ciudad es tan grande que hay gente que está en el mundo del arte y no está aquí y al mismo tiempo nosotros no estamos en la inauguración de otros, o en la exposición de un museo. Hay muchas actividades, entonces más bien se tratar de uno mismo entender cómo situarse dentro de ese fenómeno, ¿no? Porque si de repente se genera un círculo de personas que pueden trabajar en conjunto y pueden llegar a apoyarse en una realidad muy compleja. Uno no puede abarcar todos los públicos. Sí puedes generar audiencias, pero mucho se va dando a partir de cómo tú vas conociendo personas también haciendo lo que haces. Si hablamos de ir y disfrutarlo es una cosa, pero de comprarlo específicamente eso es otra cosa. La gente que compra obra es porque tiene un interés en… Pues si es arte contemporáneo en Zona Maco de 80,000 pesos para arriba, a lo mejor es un valor adquisitivo.

TR: Y también es un mercado, hay que entender esa parte. Sí, hay diferentes estratos dentro del arte, hay diferente tipo de arte.

JL: Uno mismo como creador también va teniendo sus propias intenciones

TR: Y también es a qué público te vas a dirigir, cuál va a ser también tu interlocutor

JL: Igual es por los intereses que tú tienes, hay gente que lo entiende y hay gente que no. Sucede.

PP: Bueno, nos ha gustado muchísimo platicar con ustedes. Desafortunadamente se nos acabó el tiempo. Muchísimas gracias.

JL: No hay de qué, a ustedes.

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