Fotografías de Octavio Meléndez
Sfactory es una marca de ropa 100% mexicana que tiene diseños únicos, literalmente. Cada una de sus prendas es irrepetible. Su creadora, Daniela Sfara, nos contó un poco sobre cómo surgió su proyecto, qué ha implicado durante su creación y a qué retos se ha enfrentado, junto a su socia y prima, Karla Huerta.
PP: ¿Cómo te llamas?
R: Me llamo Daniela Sfara. Tengo una marca de ropa. Soy diseñadora de modas.
PP: Y estás junto con tu prima, ¿cierto?
R: Mi prima es mi socia. Se llama Karla y nos fusionamos hace como seis meses. La marca la empecé hace dos años y ella se juntó conmigo para hacer un equipo al final, porque yo no tengo tantas bases en el tema administrativo y ella es, literal, la que lleva todo eso. Hemos hecho un equipo increíble. Justo nuestra conferencia trata de cómo tienes que crear las bases. De hecho estas pláticas las damos en universidades, y pues es básico el tener fundamentos. Nosotras hacemos mancuerna. Yo soy quien diseño, creé la marca, y todo se hizo sin ningún fundamento. Empecé haciendo una chamarra y de esa chamarra empezó a salir, salir, salir y ahora me voy a estudiar a Madrid. La marca se va a España y entramos este año a Saks en otoño-invierno, ya va a salir la colección de primavera-verano.
PP: ¿Cómo manejas la creación de las prendas?
R: Cada colección se nutre de piezas únicas. Nunca se repite ninguna, entonces eso es el plus mágico de la marca. La colección de ahorita es de Guatemala, Oaxaca y Chiapas. Es una fusión bastante chistosa porque nunca había juntado tantas regiones. Son sacos con muchos textiles. La base es de lino, el forro es de seda, entonces son muchas texturas. Lo padre es que cada pieza es única y nunca, nadie, va a repetir alguna prenda.
PP: ¿Cómo surgió esta idea de la chamarra? ¿Cómo llegaste a querer diseñar?
R: La verdad… tenía una cita para el pasaporte. No sabía qué ponerme. Literal, éste lo hice hoy (risas).
PP: Servicio express, además (risas)…
R: ¡Seguro! (Risas). Ha sido algo muy chistoso, porque me hago la ropa desde chiquita. Nunca estudié diseño. Ese día no tenía que ponerme y me hice la chamarra. Me estaban tomando la foto y me dice el fotógrafo: «oye, ¡qué padre chamarra!» Le respondí: «oh, gracias. Es mía». Contestó: «sí, o sea ya sé que es tuya, pero, ¿dónde la compraste?» «No, no. Yo me la hice ayer». «¡¿En serio?! ¡Wow!» Estuvo muy chisto que lo reconoció mucho. Todo el día me empezaron a chulear la chamarra, y dije: «¿por qué si tengo este don (porque al final es un don) no lo exploto?» Un día en la agencia en la que estaba, me dijo mi jefe: «Dany, deberías renunciar porque de verdad tienes un don en hacer diseños padres. Renuncia.» Y como soy un poco impulsiva, al día siguiente renuncié (risas) y empecé la marca. La verdad ha llegado a lugar que nunca me hubiera imaginado. En ese año Facebook me llamó para ser de las marcas que estuviera en un mercado de Instagram, primer mercado en esa red social, y justo ayer me marcaron para decirme que quieren que esté en una exposición de Facebook para hacer la marca ejemplar de Instagram que se creó hace un año, literal. La verdad estoy muy agradecida por la marca que tengo porque salió de la nada y… no sé, tiene demasiado corazón.
PP: ¿Qué retos has enfrentado?
R: Muuuchos (risas).
PP: ¿El más fuerte?
R: Emmm… un día me hablaron para hacer un proyecto. Le hablé a Kary y me dijo «sí, hay que meternos». Fueron 200 piezas en un mes. En ese mes viajé a Guatemala, regresé, produje las 200 piezas y son únicas, entonces de verdad mi cerebro ya estaba… tan inconsciente que decía «todo va a salir bien», pero me preocupaba no sacar las piezas. La verdad salió increíble el proyecto. Vendimos todo. Yo creo que ha sido el reto más difícil en lo que va de la marca.
PP: ¿Por qué Guatemala, Chiapas, Oaxaca?
R: Porque cuando empecé la marca, el punto siempre fue dar a conocer los textiles. Primero me fui a Chiapas y… la verdad es una historia bastante bonita que justo acaba de salir en una entrevista hace poco. Cuando yo me voy a Chiapas, ahí tenía un novio, así que quedé embarazada y siempre decía que el bebé era un elefante. Tengo un tatuaje de uno. Perdí al bebé. A raíz de eso fue como… «tienes que hacer algo de tu vida. Estás trabajando en un lugar en el que no quieres estar». Entonces me fui a Chiapas, traje los textiles, empecé a hacer más cosas. En el primer abrigo que hice, soy fotógrafa y hago fotos digitales, cuando tomé las fotos, vi que era el contorno de un elefante y, como soy súper sentimental, empecé a llorar y dije: «¡el elefante está en el abrigo!» A partir de ahí pensé que estaba en lo correcto. Así empezó la marca. El elefante está en el logo… se llama Sfactory porque me apellido Sfara y quise registrarlo así, pero no se pudo porque fonéticamente se oye igual que Sfera, entonces pensé en que quería una fábrica de textiles y dar a conocer lo mexicano, entonces… Sfactory.
PP: Una pregunta más. ¿Cómo llegaste a Microforo?
R: Porque Kary, mi socia, es amiga de Fey y pues le contó el proyecto que teníamos. Le encantó y por eso le llamó.
PP: Perfecto… Y para terminar, ¿qué consejo darías a las personas que sienten dificultades para desarrollarse en un medio artístico pero como tú tienen ese llamado?
R: Tienen que confiar 100% en lo que quieren hacer y no tienen que tener miedo de nada. En una entrevista nos dijeron: «¿qué pasó en el momento en el que renuncias?»
PP: Sí, porque fue un riesgo…
R: Exacto. Vivo sola, Kar también… somos demasiado independientes las dos. Al final es rifarte y decir «esto es lo que me gusta, es a lo que le voy a apostar». Apostar a lo que te gusta.
PP: Muy bien. Pues muchísmas gracias.
R: Gracias a ti.
Autor: Revista Primera Página Primera Página es una plataforma digital dedicada a la publicación de material literario creativo y crítica cultural en sus distintas manifestaciones. Las opiniones aquí vertidas son responsabilidad directa de los autores que las emiten, y no del sitio como tal. |