La historia dentro, la historia fuera (I)

¡Oh, dama que revela el enigma después del enigma! Preferiría quedarme más tiempo atrapado entre los rompecabezas creados por el lenguaje de tus cuentos, que en los rasgos de tus personajes concebidos al borde de la muerte. El verdadero rompecabezas sólo existe fuera de la historia que cuentas, como parte de un juego letal con una agenda que pospone la muerte.

La cuentacuentos Scheherazade continúa narrando historias interminables, o más bien, relatos de la colección mundialmente famosa de cuentos populares de Oriente Medio: Noches árabes o Mil y una noches. A medida que su flujo lingüístico serpentea, surca y avanza en zigzags, historias interesantes y emocionantes salen de él. Fuera del ámbito de sus historias que se desarrollan y se expanden, existe otra historia sin contar que sigue desplegándose en silencio, con un estilo extraño: la historia que intenta posponer la muerte.

Al igual que las caras de un juego cúbico que giran de manera fascinante y arrebatadora, las dimensiones de la escritura pueden crear una dimensión diferente en el exterior. Las magníficas connotaciones del imaginario, símbolos y metáforas que un narrador crea en su historia construyen otra historia invisible en el texto y la revelan.

El cuento del escritor latinoamericano García Márquez, «La luz es como el agua», destaca especialmente por este tipo de construcción sutil. La historia es la siguiente: durante los días de vacaciones, unos niños desean jugar con agua y necesitan una fuente hídrica para lograr tal fin. Se entregan, entonces, a una acción que bordea el realismo mágico. Rompen el cristal de una bombilla y ocurre un milagro. Los rayos de luz difundidos llenan la habitación como el agua y crean una estructura similar a una piscina formada por destellos luminosos. Cuando los niños comienzan a chapotear, meciéndose y girando dentro del torrente de luz, un diluvio deslumbrante se derrama y sumerge a toda la ciudad.

Aunque es una historia de fantasía tejida estéticamente, García Márquez no construyó un mundo de realismo mágico sólo por el esplendor escénico. En un escrutinio más detallado: se puede percibir un texto invisible fuera del formato.

Es un hecho histórico que el gran imperio de Norteamérica nació con la muerte de tierras, recursos minerales y medios de vida de las tribus indias rojas, que eran los nativos y fueron explotados hasta el límite por los nuevos colonos estadounidenses. La carta, escrita a este respecto por el Jefe Seattle (quien era el líder de la tribu) contra el imperialismo y la explotación, se había vuelto inmortal, como si fuese un texto literario en aquella tierra, y circulaba de generación en generación.

El espíritu de este texto histórico, en el que retumba una voz tribal desde el silencio de las profundidades, es el que impregna el texto de Márquez:

Ustedes han sustraído la electricidad de nuestro río; están haciendo estragos con nuestros recursos naturales. Ustedes, quienes nos han estado chupando y absorbiendo la sangre, algún día serán eliminados en la ira de la sangre.

Esta suerte de neo-escritura, o historia escondida fuera de otra historia, se puede ponderar en la rica literatura de Sangam en nuestro idioma tamil clásico.

Veamos cómo este concepto de «juego de agua» se ha construido de manera conmovedora en «Paripadal», un antiguo texto literario tamil.

«Paripadal» es una de las ocho renombradas antologías literarias que forman parte de la era Tamil Sangam y también un texto precursor en la introducción del género de la literatura»devocional» Bhakthi. Las famosas obras literarias»Bhakthi», como «Devaram», «Thiruvasagam», creadas después del siglo VII, surgieron como una extensión de «Paripadal», según los estudiosos e investigadores tamiles.

Este texto literario describe los juegos de agua románticos y amorosos que se despliegan en el famoso río Vaigai, con el fervor divino de las canciones entonadas con reverencia al Señor Muruga y el Señor Thirumal, quienes son tradicionalmente los dioses que pertenecen al paisaje ‘kurinji'(montaña y lugares adyacentes) y el paisaje ‘Mullai’ (bosque y lugaresadyacentes), respectivamente. En los juegos de agua río arriba, en el desbordante Vaigai, la diversión de las salpicaduras, los saltos, y la traviesa indulgencia del amor están en pleno apogeo. Una visión de la vida que consiste en el amor («kalaviyal» en tamil), la vida de casados(«karpiyal») y la fuerza vital se eleva ante los ojos de los lectores.

El río Vaigai fluye con ferocidad, arrancando y arrastrando árboles ‘punnai’ en las montañas, árboles ‘surapunnai’ en las orillas, árboles ‘shanbaga’, ‘vilvam’ ‘vengai’, ‘kanthal’, ‘thontri’, ‘narantharpuls’ y otros que se ramifican hacia el cielo, además de que arrastra piedras grandes y arenas sólidas, llenando hoyos y trincheras en todo en el camino.

Las flores que brotan fuera de los capullos, las flores secas usadas y arrojadas al suelo, así como las ramitas secas se mantienen a flote en el torrente. En el resurgir del curso del agua, el héroe, su amada, su esposa y otras mujeres con trenzas plateadas giran como metáforas de flores en una combinación de amor, lujuria e intoxicación. El Vaigai los conecta a todos. Su divinidad y apariencia celestial nivela la vida de las personas signadas por los altibajos.

Echemos un vistazo a la manera en que se forma el desbordamiento del río. Las nubes siguen formándose como una hilera de elefantes que trompetean, de tal manera que el sonido es un trueno el cual, a su vez, se convierte en un fuerte aguacero que muda en diluvio para sumergir el paisaje. ¡Ahora hay agua por todas partes!

El río Vaigai no es sólo un lugar para dar rienda suelta a los juegos de agua con actividades románticas, placenteras e indulgentes. También es una visión de la vida. Para el héroe, es un campo de batalla; para la heroína, un juego de malabares e imágenes del héroe que ha dibujado en la arena; para las prostitutas, un juego amoroso. Así, el diluvio fusiona todas las aspiraciones y emociones en una sola entidad líquida.

Mientras el héroe rocía en el agua un poco de vino que ha reservado para su amada, el Vaigai se hunde en picada, tambaleándose por la intoxicación. La heroína camina junto a sus amigos hacia las manos de las olas que rugen con violencia. Su paseo, inducido por el amor, encalla en la arena, como la lujuria de un elefante hembra. Los desbordamientos del Vaigai nivelan las fosas y las han convertido en montículos, dice un músico de tabor mientras toca el instrumento.

Los timbales (‘parai’, un instrumento de musical tamil) tronaron. La música vocal cantó junto al arpa («yaazh»). Las flautas fueron tocadas al ritmo. Tambores resonaron. Una mujer con una regla parecida a un cetro («thalaikol» en Tamil, quien fue distinguida como la mejor bailarina, según la tradición literaria tamil), un bailarín y hombre músico («paanar» en Tamil) comenzaron a ejecutar un baile. El agua del río sobrepasa la orilla en una alegría sin límites.

El rugido del río se vuelve más agudo cuando, aparte de los seres humanos, un elefante macho absorbe agua a través de su trompa y la rocía sobre su compañera. Lo hace también en dirección al cielo azul, con su ensordecedor sonido de trompeta acústica.

El río empuja. Arrastra los capullos de»kanthal» con apariencia de mujeres elegantes. Las flores de»kanthal» con aspecto de serpientes elevan sus cabezas como paraguas extendidos. Rompen bancos y se alzan más allá de los límites. La silueta del río se rebosa y avanza hacia las trincheras excavadas para apresar elefantes. Parece el chorro de agua que escupe la trompa del elefante, dice el poeta Sangam Tamil Nallanthuvanar (Paripadal – Vaiyai 20, Poem 96 – 107):

De esta manera, Vaiyai del Rey del Sur

produce ira y disputas. Los capullos se cierran como las

manos de aquellos que poseen la naturaleza de las viñas. Pétalos

se esparcen como las capuchas de las serpientes. Ramos abiertos de

 flores aparecen como paraguas abiertos.

Flores de estanques flotan en el río junto a

flores provenientes de ramas de árboles y de arbustos.

El agua fluye descomunal, a través de grandes conductos en los muros

cercando Koodal con altas mansiones, como el agua

que fluye desde la trompa de un elefante enfurecido.

Continuará…

***

Gouthama Siddarthan  es un poeta, cuentista, ensayista y crítico literario que desempeña una activa vida literaria en Tamil Nadu (India). Tiene 15 libros publicados, que incluyen series de historias y ensayos. 10 de sus libros se han publicado en 8 idiomas(tamil, inglés, español, alemán, búlgaro, portugués, italiano y chino). Dirige la revista literaria ‘UNNATHAM’, que se enfoca en literatura del mundo moderno y cuyo próximo número especial sobre “narrativas latinoamericanas” se encuentra en preparación.

 Mariela Cordero es una poeta y traductora venezolana. Su obra poética ha obtenido algunas distinciones como: Primer Premio Iberoamericano de Poesía Euler Granda, Tercer Premio Internacional de Poesía Alejandra Pizarnik, Primer Premio de Poesía de Poetas Hispanos, entre otros.

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