Texto: Tonatiuh Teutli.
Fotógrafo: David Polo http://davidpolofoto.tumblr.com/
El viento se deja sentir con fuerza y revuelve la tierra de la cancha llanera que a su lado derecho, en lugar de la zona del técnico y las bancas, está cuidada por pequeños cuartos en obra negra, a media construcción, a medio camino como haciendo homenaje al tránsito de todo aquel que pasa por aquí. Los cuartos están llenos de varillas y alambres, uno que otro bote vacío y mallas que cubren la pared que da hacia la zona de juego. Sólo hay tres migrantes en los lados de la cancha, dos jóvenes que escuchan música proveniente de un celular y un hombre, mucho más maduro, que está sentado al borde de uno de los cuartos y que me sigue con la mirada cuando llego a caminar dentro de la cancha. Mi experiencia me dice que es más fácil platicar con el hombre solo que con aquel que ya tiene compañía.