El perro ladraba enfurecido. Los trabajadores del rancho San Juan escucharon el estrépito de la grava repiquetear cuando las llantas giraron en la entrada. Don Gabino se atusaba el bigote en las escaleras del porche, […]
El perro ladraba enfurecido. Los trabajadores del rancho San Juan escucharon el estrépito de la grava repiquetear cuando las llantas giraron en la entrada. Don Gabino se atusaba el bigote en las escaleras del porche, […]