Existe la podredumbre del tiempo y me refiero así porque lo que pasa en un minuto ya no es válido al siguiente. Nuestra sociedad se rige por tiempos porque la vida se divide en años y a partir de ahí vamos partiendo el pastel de nuestra entera existencia hasta que se nos acaba. Pero, ¿qué pasa cuándo el tiempo no pasa para ti, pero tampoco puedes aprovecharlo?
La comparación del director Sebastián Hoffman de su personaje «Beto» con el cometa «Halley», es gracias a que solamente se puede mirar una vez por sólo unos momentos cada 79 años. Así, Beto está en esta tierra existiendo, pasando inadvertido ante aquellos que no saben que no lo volverán a ver. Para Beto el tiempo es un recurso no renovable que se le escapa más aceleradamente de las manos que a la mayoría de los que le rodean y, aunque todos los seres humanos tienen los días contados, él se pudre en vida, con cada segundo, minuto hora y día se desvanece como el azul oscuro de la noche ante la luz brillante del sol.