Si no la infancia,
Saint-John Perse
¿qué había entonces allí
que no hay ahora?
Saúl
El camino es un hermano
sediento de sueños.
Por la dura cuesta
desciende el sol,
la verde lozanía.
Despacio avanzas
y tus ojos se empapan
hasta el hartazgo
en el asombro de la luz.
Paso a paso
el mundo
se asoma en la senda,
paso a paso
la senda se convierte
en el inquieto hermano
de tus mejores recuerdos.
Ahora vas,
ahora vienes
y celebran
tu paso
el rocío,
los guardianes del bosque,
los ángeles matutinos
guarecidos bajo la sombra,
hasta que una suave voz de mujer
desde la casa
te llama clamorosa.
Debes volver.
¡Justo ahora
que al fin
el sol abrevaba
en tu regazo
y vacilaba
el valle entero
entre tus brazos!