Ahogados
Fusilados
Quemados
Después de indecibles torturas
los muertos no olvidan.
Hay una memoria
en la nada
donde el espíritu flota
debajo del olvido.
Los demás,
los vivos,
van adelante
y en cada instante
la memoria pierde la casa,
en medio a la niebla
se vuelve noticias vagas
—Algunos se preguntan
si todo esto sucedió—
y donde la memoria se durmió
los muertos no olvidan.
Esos pobres cuerpos deshechos
todavía gritan
sus silencios
en el silencio del mundo.
Etiqueta: poesía memoria
El vertedero y unos tankas – Poemas de Marcela Chávez
El vertedero
Hurgo un rato en memorias viejas
para entrever un par de mis historias
En ocasiones como ésta
entiendo que acostumbro a olvidar
millares de cosas pequeñas
Nada nuevo
Mi memoria es masoquista, avanza con egoísmo
y elimina los recuerdos de mi ojo malo:
una hilera de caminos dispares
las paredes pintadas de los baños
las huellas en la arena de la arena del mar
mi confesionario hecho hace tres años
Borradas se desvanecen en el pantano
del pasado
Es mi memoria selectiva, memoria injusta
como si conformaran una pila insignificante los días
Hasta que en ratos así hurgo
y descubro un par de recuerdos pequeños
cosas valiosas
Savia y sombra: entre la memoria y el olvido – Poemas Mario Benavides Fernández
Exilio
La infancia: aquella fue una edad mirífica,
de aromas inolvidables y dulces juegos,
al arrullo de una voz misteriosa
que desde el follaje nos llamaba al atardecer.
Nunca conocimos del todo aquel país,
pero la fragancia salutífera de los eucaliptos
y aquel leve temblor de una brizna de hierba
entre nuestros dedos infantiles,
nos conducían por azules senderos nocturnos,
entre seres luminosos
de lentos párpados vegetales.
Después, nos dispersamos sobre la faz de la tierra.
En sus áridos caminos
nunca hallamos esa dulce vibración del viento
entre la seda mágica hilada por árboles fragantes.
Voces. Sombras.
Huellas de una luz perfecta
extinguida hace mucho tiempo,
y el comienzo de una esperanza,
en el débil fulgor
de esa llama declinante
que se agita
en el abismo de la memoria.
Tres ejercicios de memoria – Poemas de Diana Álvarez Mejía
Memoria
La memoria es una piedra,
guarda pero se desgasta,
resiste al sol
resiste al viento
resiste al agua
hasta que el río con fuerza la atraviesa.
En cada espacio se cuela
la somete
la raspa
la reduce.
Y sólo quedan las sobras.
Lisa es la memoria, compacta.
Reúne el tiempo que la formó,
la resistencia a las risas,
a los adioses,
a los silencios.
Es la zozobra, testigo de lo efímero.
Es una piedra —memoria—
para guardarla en el bolsillo.