Uno de los últimos capítulos de la popular serie estadounidense Los Simpsons propone, desde el humor, un robot llamado Afirma-bot, diseñado para escuchar a las mujeres, cuya única reacción son frases afirmativas y asentimientos con la cabeza. Esta broma nos hace pensar en los roles de género convencionales derivados a partir del modelo de familia de los años cuarenta y cincuenta, según los cuales las mujeres tienen la necesidad irrefrenable de verbalizar todo, cosa que los hombres jamás podrán entender. Esta idea, que pervive hasta en comedias románticas recientes y rompedoras, ha sido estudiada desde varios enfoques, incluso el científico. De hecho, estudios recientes demuestran que, aunque el cine nos cuente que las mujeres hablan, son los personajes masculinos quienes más líneas y tiempo en pantalla tienen, incluso en películas protagonizadas por mujeres. ¿Cómo explicar esto?
