Etiqueta: Minificción

Silencio a contraluz – Microrrelato de Baltasar Botavara
Santa María de las Lagunas, viernes 8 de noviembre. Cae el sol y alguien apunta a contraluz a donde pasta la vaca, en lo alto de la colina.
Allá arriba, en la línea del horizonte, se pierden el cielo gris y el sol en segundo tercio, y enfrente del sol hay unos árboles que yacen en silencio junto a unas espigas y una vaca. Cuando el fotógrafo mueve el lente hacia la derecha, se le aparecen de súbito tres siluetas que no tendría que estar viendo: la de alguien arrodillado, la de alguien de pie y la del arma con la que le está apuntando a la cabeza de aquél. Hace frío y se alcanza a ver la respiración del sentenciado.

Extrañezas || Microrrelatos de Rodrigo López Romero
Censo
El afamado doctor G. ideó hacia el final de su carrera, un método certero para medir la desgracia. Con una serie de exámenes físicos, pruebas de laboratorio y los más diversos cuestionarios y crucigramas, afirmaba que era posible conocer con un imperceptible margen de error la magnitud de las diferentes tristezas y jeraquizarlas. Con esta solución se pretendía saldar de una vez por todas la interrogante histórica de quién sufría más. El Gobierno aplaudió la propuesta y prometió otorgar una exención de impuestos vitalicia a quien resultara ganador.

Sol de septiembre || Microrrelato de Baltasar Botavara
Esa mañana Adriana entró a su apartamento sin más ambiciones que seguir viviendo la costumbre de su matrimonio. Cerró la puerta y notó que algo era distinto: el aire tenía notas de mandarina, de caramelo claro, de piel de durazno, con una acidez brillante y cuerpo medio. El aroma era violento y escandaloso, extraño y sensual, y envolvía cada rincón del apartamento. Era el aroma del café del Huila, recién molido y preparado, servido en una sola taza que estaba sobre la mesa del comedor, en el puesto de Mario, quien no esperaba que Adriana volviera tan rápido del supermercado. Rodeados de un ruidoso silencio y deslumbrados por el sol de septiembre, los esposos, incómodos y confundidos, entrecruzaron sus lejanas miradas, como dos amantes dedicados a desamarse hasta que la muerte los separe.

Anagnórsis || Microrrelato de Alejandro Espinosa
Fotografía: «Anagnórsis», de las esculturas de López-Arza, Marcos González González, 2014
Esta cultura, escribió Max en su libreta de apuntes, concibe la muerte como anagnórisis. Y subrayó el término griego considerando que pudo haber registrado aquello en una nota de voz del móvil.

Segmentaciones || Tres minificciones de Luis Alberto Oropeza
Corta cabezas
«El jinete corta cabezas», titula un periódico amarillista a una nota que denuncia a un asesino cualquiera en una zona cualquiera de una colonia cualquiera en mi ya decapitada Ciudad de México.

Microrrelatos || Kalton Bruhl
Ilustración de Aimeé Cervantes
Homenaje
Quiero dar las gracias a todas las personas que han venido a este homenaje, pero definitivamente la elocuencia no es mi fuerte. Recuerdo lo que desde niño me decía mi madre: “Cada vez que abres la boca es para meter la pata”.

«Transfinitas cosas»: A través de la poética de Hugo Labravo
Ilustración de Aimeé Cervantes Flores
El 21 de febrero de 2018, se celebró un coloquio en homenaje al escritor coahuilense Julio Torri. Lugar: la sala Moreno de Alba en la FFyL. Ahí, más o menos a las seis de la tarde, la Dra. María Elena Madrigal pronunció una afirmación estremecedora: «Torri no es minificcionista». A partir de ese momento muchos tomamos consciencia de la fragilidad de nombrar a un género, en especial a éste, no solo por ser tan breve y volátil, sino por la teoría circunfleja a él, que a veces se solidifica demasiado; en otras, se desmorona.
Foucault decía que aquello “no existe hasta que se nombra”, y con ello se refiere a que siempre han existido acciones semejantes, pero no toman su forma moderna hasta que son introducidos al lenguaje. Ejemplifico: “prácticas homosexuales han existido siempre, pero el homosexual nace hasta que es señalado y condenado”; algo así ocurre con los géneros y su denominación.
Un entimema sencillo, conciso y fuerte. Lo que llamamos minificción tiene poco tiempo de haber nacido, de habérsele otorgado forma y palabra. Arreola mismo se pronunciaba escéptico respecto a la denominación; no se digan las posturas de mis queridos maestros Lucila herrera, Gonzalo Celorio y Alberto Paredes. La minificción, o lo que sea que los grupos de poder que se adueñan del género han nombrado, tiene dos momentos importantes: uno, cuando nace una de las primeras antologías (Relatos vertiginosos de Lauro Zavala, que vio la luz a principio del nuevo milenio); otro, con el nacimiento de una primera teoría, la de Dolores Koch hacia el inicio de los ochenta. Escritores de brevedades contemporáneos buenos son pocos, y los pocos hay muy buenos. Entre ellos está Hugo Labravo.

Ellas, mis demonios | de Alejandro Barrón
A mi primera exnovia la picó un bicho extranjero. Jamás se recuperó. Mi segunda exnovia –como suele pasar- se casó con su mejor amigo de la universidad. Ojalá vivan muy felices. Las cosas terminaron con […]