Ilustración de Darío Cortizo
Está lloviendo.
Las gotas de agua golpean las puntas de las hojas, empujándolas hacia abajo. Algunas de ellas se aglomeran en las láminas verdes y, cuando éstas no aguantan más el peso, se doblan hacia abajo, dejando que un chorrito de cristalina y fresca agua de lluvia me bañe y lubrique mis ojos.