Espejo
Aunque lo sujetaba firmemente en la mano derecha, a la niña se le escapó el tiempo. Estaría, quizá, entre las arrugas de su rostro.
Aunque lo sujetaba firmemente en la mano derecha, a la niña se le escapó el tiempo. Estaría, quizá, entre las arrugas de su rostro.
Éramos galimatías guturales, gesto y pantomima.
Tú con tal grandeza,
la luna, la luna de las estaciones vivas,
la luna llena de sí misma.
Tú la vela en la trastienda. Tú la carne de la ostra.
Te cubriste de sal y yo, yo la bacante con vino,
la bacante en las puestas.
Yo esculpo tus cuerdas vocales
y en labios, soy yo la serpiente, empapada en agua de río.
Rompimos rudeza.