«¿Somos el recuerdo de alguien que nos está olvidando?»
Salvador Elizondo
Las corrientes que entraban por la ventana parecían trasladar ráfagas de ceniza. El libro –grisáceo por el polvo o posiblemente por el escenario– lo esperaba con las páginas abiertas para finalizar lo que había comenzado desde hace mucho tiempo: una historia, una vida, que si bien estaba manchada del olvido y el recuerdo, todavía lograba difícilmente desprender algunas letras más.