Hace unas semanas, a principios del mes de agosto para ser exacto, publiqué en este medio (Primera Página) un texto sobre William Burroughs. El texto intentaba comparar la vida, así como los temas de las obras del escritor norteamericano, con otras prácticas o manifestaciones culturales de nuestro país, en específico a esos que llamamos chacas. El uso y tráfico de drogas, actos delictivos, asesinatos, etcétera. Al parecer el texto no cayó tan bien en algunos que se manifestaron su malestar y desacuerdo en la (bendita) opción de comentarios. Tan pronto me enteré de recibir opiniones me puse a leer, y en algunos casos a intercambiar posturas con quienes me leyeron. Un ejercicio sinceramente confortante. Sin embargo, hubo un comentario que llamó mi atención de por encima de los demás, el cuál dice: “A estas alturas del partido haré un artículo comparando a Bukowski con José José, ¿los dos eran bien pedos no? Ya lo dijo Eco “Internet ha multiplicado la soledad” y “las redes sociales dan el derecho de hablar a legiones de idiotas”.