Hablar de una de las sagas literarias más importantes de la actualidad es difícil. Me refiero a que, con todo y que es para un público infantil, Harry Potter logró captar la atención de gente con más edad a la que se supone iba dirigida.
Harry Potter, libro publicado en 1997, fue escrito por Joanne Rowling en un contexto demasiado precario en términos financieros personales. Ésta es la historia de un chico huérfano que al morir sus padres fue encargado a sus crueles tíos en la calle de Privet Drive y que estos a su vez lo hacían dormir en un espacio debajo de la escalera.
A partir del asesinato de sus padres, «el niño que sobrevivió» se volvió famoso. Todo mundo lo conocía, primero, por la leyenda de que había sobrevivido al ataque de uno de los magos oscuros y más poderosos de la historia de la magia: «el que no debe de ser nombrado»; segundo, por la cicatriz en forma de rayo que constataba el hecho de que al ser atacado por Voldemort (Tom Riddle) logró vencerlo por una magia mucho más efectiva: el amor.