Siempre jugué con los chicos. Nunca me interesaron las niñas y sus juegos. No he tenido una muñeca en toda mi vida. Pero era una buena corredora, podía ganar a la mayoría de chicos y sabía lanzar.
Traducido de una entrevista de la actriz Clara Bow para Photoplay
El estreno de Barbie, dirigida por Greta Gerwig e inspirada en la muñeca más famosa del mundo occidental, está en boca de todos. Con una estrategia de marketing basada en la moda, el maquillaje y, sobre todo, el color rosa, se ha convertido en una competidora digna de Oppenheimer, el tipo de película que uno esperaría acapare las conversaciones cinéfilas. El fenómeno Barbie no puede entenderse aislado, sino que se inscribe en una serie de tendencias de estos últimos años, desde el bimbocore hasta el rosa Valentino de la temporada 2022-2023. Ahora las redes están llenas de chicas que aseguran “ser exactamente iguales que las demás” y que aceptan y reivindican su gusto por aficiones tradicionalmente femeninas. Este nuevo enfoque es la respuesta perfecta al fenómeno “no soy como las demás chicas” de la década de 2010, bautizado por la comunidad afroamericana de Twitter como pick me. ¿En qué consiste este arquetipo? ¿Cuál es su historia? ¿Responde sólo a motivos misóginos?