En ocasiones, la fotografía puede tener rasgos tan firmes que encuentra en la realidad no una imagen, sino todo un impulso que significa más allá de lo retratado. Sus símbolos, un gato, una pluma, un collar o un jarrón, por ejemplo, potencian la carga visual que deriva en la espléndida complejidad de una foto y que, a su vez, la caracterizan como un mensaje que encierra un sentido único. Queda en nuestros lectores dar su propia interpretación a las siguientes muestras de Carmen Pascual, fotógrafa española.