Ilustración de Aimeé Cervantes
I
Se sentó a la orilla de la cama con una sensación de hastío, como si hubiera repetido la misma posición por años, como si hubiera luchado por salir de una duna en la que estaba enterrado en lo más hondo.
Ilustración de Aimeé Cervantes
Se sentó a la orilla de la cama con una sensación de hastío, como si hubiera repetido la misma posición por años, como si hubiera luchado por salir de una duna en la que estaba enterrado en lo más hondo.
Una mosca detuvo el vuelo en el borde de su plato de sopa. Él dio un manotazo lento y burdo; sus 83 años le habían quitado casi toda su movilidad, pero logró ahuyentarla.