Nostalgia
Poemas que eran para el alma
se desvanecieron en el viento de tu desinterés.
Se marchitaron como rosas en el tiempo,
quedando en el abandono y el olvido.
Poemas que eran para el alma
se desvanecieron en el viento de tu desinterés.
Se marchitaron como rosas en el tiempo,
quedando en el abandono y el olvido.
Ilustración de Darío Cortizo
Está lloviendo.
Las gotas de agua golpean las puntas de las hojas, empujándolas hacia abajo. Algunas de ellas se aglomeran en las láminas verdes y, cuando éstas no aguantan más el peso, se doblan hacia abajo, dejando que un chorrito de cristalina y fresca agua de lluvia me bañe y lubrique mis ojos.
Dormidos flotamos en el éter,
Eugenio Montejo
nos arrastran las naves invisibles
Hacia mundos remotos
pero sólo en la tierra abren los párpados.
La basílica de San Roque era nuestro punto de encuentro con el ruido de Barranquilla. Vivíamos en un pueblito a treinta minutos del centro y a muchas lágrimas de humillación de distancia, con respecto a nuestro verdadero hogar. Éramos migrantes caminando entre musarañas nuevas y vacíos en el pecho.