No hace falta mucho para crear una película de cine negro: un cínico detective, una trama de asesinatos y corrupción… Y, por supuesto, la femme fatale, esa mujer peligrosamente atractiva que llevará al héroe a la desgracia. Lauren Bacall, Mary Astor, Barbara Stanwyck o Lana Turner son algunos de los nombres que nos vienen en la cabeza cuando se menciona este icono, repetido e interpretado hasta nuestros días. A pesar de las numerosas interpretaciones de esta figura, el debate sigue sin respuesta: ¿debemos verla como un icono feminista o más bien como una muestra de la misoginia de su momento?