Para todas aquellas mujeres que son esperadas,
que siguen siendo buscadas. No las olvidamos.
Para Mariela Vanessa, a quien espero para compartir las letras.
¿Con qué expectativas se acerca una a un producto cultural del cual ya conoce el punto central? A una derivación, a un producto hecho a partir de otro. Ya decía Aristóteles que poco importaba en las tragedias el qué, sino el cómo. Fui a ver «Los adioses» sabiendo de antemano de pi a pa la vida de Rosario Castellanos. Coterránea suya, crecí en un lugar en el que la mitad de los edificios llevan su nombre y la otra mitad se llama Jaime Sabines. Aprendí de su literatura y de su vida, no sólo por los enormes entretejos entre la narración de sí misma con la ficción de sus cuentos y novelas, sino porque era parte del plan de estudios poder recitar su biografía y sus versos.