El hombre, solo frente a la naturaleza, crea. De esta creación, a veces, resulta la obra de Arte.
De manera análoga, el espectador de la obra de Arte, se encuentra inmerso en esta nueva naturaleza, que, como quería Borges, es una naturaleza creada por el hombre, creada para que la descifre el hombre: es decir, una naturaleza donde no está solo, porque dialoga con el autor. En esta naturaleza, el hombre es capaz de conocer a su Dios. Y es el espectador el que, ante los estímulos de esta nueva naturaleza, completa en su corazón la obra de Arte.
Este extraño proceso de recreación se hace más intenso en el caso del teatro, donde un grupo de artistas crean un universo a partir del universo creado por un dramaturgo o, como en el caso de la compañía que me ocupa, del universo creado por la música.
He tenido la fortuna de colaborar en la compañía teatral Proglogía Escénica, dirigida por Xuan Hergon, desde hace dos años, como actor, asesor de actuación y como mero espectador. La propuesta teatral de la compañía parte de uno de los fundamentos del teatro posdramático: una experiencia teatral, un universo, que nace no del estímulo del texto, sino de cualquier otra cosa. En el caso concreto de Proglogía Escénica, de la música.
Es así que llega a nosotros Aurym Blues, unipersonal que Xuan Hergon desarrolla a partir de su propio contacto, de su propia soledad, confrontada con la música de Scott Walker, la narrativa de William Burroughs y de Fadanelli. De la herida humana que le producen estos hechos estéticos emergen las preguntas sobre las que gira la puesta en escena: ¿cuál es el sentido de una existencia donde sólo somos personajes secundarios, cuyo único conflicto es, más allá de las «acciones nobles y esforzadas» de las que habla Aristóteles para la tragedia, sobreponerse a los fracasos, a los errores, a los traumas del pasado, donde la única salida que nos ofrece el mundo es la apariencia, la anestesia del «sé positivo, puedes hacer lo que tú quieras, el universo es tu cómplice»?
De estos cuestionamientos surge la historia de Samuel, a quien le es concedida una corta escena para entretener al público, para tratar de agradar y ganar unas cuantas monedas. Espacio en el que Samuel ve la ligera esperanza de un poco de contacto humano auténtico, de un poco de sinceridad; la posibilidad absurda de darle sentido a una vida de fracasos y errores, donde no se vive, sino simplemente se existe. La pregunta inevitable a la que se enfrenta el espectador: ¿qué haría él con esa oportunidad?
Como dramaturgo, Hergon nos plantea estos cuestionamientos, a través de un estilo que oscila entre la comedia y el melodrama, entre el ocultamiento retórico y los súbitos atisbos de verdad (paradoja inherente al arte, revelación y ocultamiento a la vez). Como director, nos ofrece un espectáculo depurado con los elementos que han caracterizado la producción de Proglogía Escénica: la presencia de la música y de los elementos visuales, el contacto directo con el público y la apuesta por el convivio. Como actor, Xuan construye un personaje sólido que se nos hace familiar a lo largo de la obra, del que podemos compadecernos, burlarnos y con el que, acaso, finalmente, nos identifiquemos. Un personaje que, si estamos abiertos a la experiencia, podemos percibir como un amigo, cosa tan difícil en un personaje ficticio. Comparte el escenario con un ratón que se va cargando de sentido conforme avanza la obra, y que nos recuerda que nunca estamos verdaderamente solos. La soledad, aunque inevitable, es a la vez imposible, y el ser humano siempre buscará como trascenderla. Acompañado por la música, por el teatro, por la mirada de los otros y de la naturaleza misma; por eso de lo que no podemos escapar, aunque queramos, encarnado en la mirada de los espectadores y la mirada del ratón: el acecho de lo público y el de lo íntimo.
Aurym Blues se presenta por última vez en Laberinto Cultural Santama este viernes 22 de Julio a las 20:00 hrs. Los boletos pueden adquirirse en el foro media hora antes con un costo de $50.00.
Autor: Ángel Antonio de León Actor, director, dramaturgo. Escritor aficionado, amante de la belleza y el psicoanálisis; freudiano convencido y apasionado. Estudiante de la carrera en Literatura Dramática y Teatro en la UNAM. |