Hablar de una de las sagas literarias más importantes de la actualidad es difícil. Me refiero a que, con todo y que es para un público infantil, Harry Potter logró captar la atención de gente con más edad a la que se supone iba dirigida.
Harry Potter, libro publicado en 1997, fue escrito por Joanne Rowling en un contexto demasiado precario en términos financieros personales. Ésta es la historia de un chico huérfano que al morir sus padres fue encargado a sus crueles tíos en la calle de Privet Drive y que estos a su vez lo hacían dormir en un espacio debajo de la escalera.
A partir del asesinato de sus padres, «el niño que sobrevivió» se volvió famoso. Todo mundo lo conocía, primero, por la leyenda de que había sobrevivido al ataque de uno de los magos oscuros y más poderosos de la historia de la magia: «el que no debe de ser nombrado»; segundo, por la cicatriz en forma de rayo que constataba el hecho de que al ser atacado por Voldemort (Tom Riddle) logró vencerlo por una magia mucho más efectiva: el amor.
Chris Columbus, en la dirección de «Harry Potter y la piedra filosofal», dio tintes de una adaptación dedicada más al género infantil por los antecedentes de direccion como en «Mi pobre angelito» partes 1 y 2, además de que trabajó con Steve Kloves en la escritura del guión y adaptación del libro, quien de ahí en adelante nunca se separó de la historia del niño mago. Esta combinación de un creativo como Columbus y un escritor dramático como Kloves dio como resultado una historia al mejor estilo de cuento de hadas pero con un tinte mucho más oscuro. El guión de «Harry Potter« fue escrito con matices mucho más melancólicos y oscuros que con los que un personaje infantil suele ser creado.
En «Harry Potter y la cámara secreta», Chris repitió la dirección pero sin la misma magia que había tenido la primera. Se enfrentaba al crecimiento de los personajes y su entrada a la adolescencia: la atracción, los cambios, los celos. La historia ya no sólo se centraba en el regreso del «señor oscuro», sino que Harry, Ron y Hermione comenzaban a tener sentimientos por otros y no sólo eso, atracción física también.
Para la tercera parte, «Harry Potter y el prisionero de Azkaban», el productor David Hayes buscaba a un director que comprendiera mucho mejor estos cambios a los que se enfrentan los niños que crecen, un realizador que tuviera una mirada mucho más real de un adolescente y no sólo colocarlo de manera inocente y pulcra. Alfonso Cuarón había saltado dentro de la fama internacional por una película transgresora para su tiempo, «Y tu mamá también», con Diego Luna y Gael García Bernal, la cual hablaba sobre dos «amigos» que descubren que sienten una atracción el uno por el otro pero que son demasiado débiles o «machos» para aceptarlo. Esta visión de la adolescencia gustó a Hayes y también a J. K. Rowling, quien ha dicho que la tercera parte dirigida por el director mexicano ha sido la mejor adaptación de sus libros y la que más le ha gustado.
Alfonso Cuarón aceptó el proyecto no por ser Harry Potter, sino porque, dicho por él mismo: «los personajes en los libros estaban muy bien escritos». Él le imprimió un estilo único al universo mágico de Harry Potter y es de conocimiento público que los fans de la saga literaria y fílmica han dicho que es la mejor de las 8 películas.
Mike Newell, director de «Donnie Brasko», fue escogido para filmar la adaptación de la cuarta película, «Harry Potter y el cáliz de fuego». Impregnada de un mayor suspenso, la cuarta entrega ya no repitió a Cuarón como director por los compromisos de trabajo del mexicano, sin embargo Newell entregó una película emocionante y muy bien llevada a pesar del duro trabajo de adaptar escenarios que dentro de los libros eran difíciles de imaginar como las pruebas del laberinto, la batalla contra los dragones y el primer encuentro de Harry con «quien no debe ser nombrado». Esta película era crucial porque significaba, para Harry, la prueba más real de que Voldemort había vuelto y de que estaba tomando fuerza, aunque el Ministerio de magia no lo quisiera reconocer. También, la cuarta parte fue más trágica y macabra. Con la implementación de la muerte de uno de los personajes a manos de «el señor oscuro», la historia requería de un cierto tono mucho más dramático y que marcaría de ahí para adelante una serie de eventos trágicos alrededor de Harry Potter.
«Harry Potter y la Orden del Fénix» fue dirigida después por quien ya no soltaría la saga nunca más: David Yates, un director más de series de televisión que de películas, quien logro entender y adaptarse a los constantes cambios de los personajes. Entendió perfectamente el crecimiento y maduración de Harry y su entorno, los sentimientos de venganza y tristeza, la maldad pura y sin razón de Voldemort. No era una tarea fácil llevar a Harry Potter hasta la muerte ni mucho menos explicar su relación con las «reliquias de la muerte» y la dependencia almática que «el señor oscuro» tenía con él. Harry prácticamente se había quedado solo para la última parte. Su padrino Sirius Black, su mentor Albus Dumbledore y su protector secreto Severus Snape, habían muerto. Sólo quedaba él contra el señor tenebroso, él para enfrentar la profecía y la cruda verdad de que para vencer a su enemigo debes morir tú primero.
David Yates terminó con lágrimas el último capítulo de una saga que lo fogueó en la industria, logrando trabajar a un ritmo vertiginoso de una entrega por año. Él vio crecer y madurar profesionalmente a Daniel Radcliffe, Emma Watson y Ruper Grint. También se sufrieron pérdidas de algunos actores durante la saga y dolorosamente tuvieron que ser reemplazados.
Hasta el día de hoy «Harry Potter» representa una de las sagas más redituables de la productora Warner Bros que sigue sacando materiales en conjunto con Rowling como la saga de «Animales fantástiscos y dónde encontrarlos», un spin off de HP que está basado en un libro de muy pocas páginas y que no tiene historia, sino que fue escrito exclusivamente para la pantalla. Con este inicio la ahora guionista J. K. Rowling pretende mostrar más de la historia mágica del mundo de Harry Potter, pero sin su personaje que la dio a conocer, aunque estoy seguro logrará captar la atención, nuevamente de millones de espectadores alrededor del mundo, con esta historia de valentía, amor y amistad.
Autor: Luis Toriz ¿Es mejor ser respetado o temido? ¿Es mucho pedir ser ambos? Diría Tony Stark. Veo y escribo de cine . Colaboro para el flamante Tour de Cine Francés y estoy orgulloso de estar aquí. Nunca les diré no la vayan a ver , sería atentar contra el crecimiento de su propio criterio. |