No es poco que Alfred Hitchcock sea considerado como el cineasta más influyente de la historia del cine.
De nacionalidad británica pero nacionalizado americano tiempo después, el director de Psicosis (1960) no sólo demostró ser uno de los directores más innovadores de la industria cinematográfica, también dio muestra de la capacidad que tenía para crear campañas de publicidad generando expectativas y curiosidad en el público al cual quería llegar con sus películas.
Se podría pensar que a la realización de Psycho, con un director que venía de un éxito comercial como North by northwest con Cary Grant, se le daría todo lo necesario para su siguiente producción. Pero no fue así.
El director tuvo más problemas que si hubiera creado su ópera prima. ¿Por qué? Número uno: quería matar a su protagonista en los primeros 30 minutos del filme. Número dos: con todo el auge del tecnicolor él quería seguir filmando en blanco y negro. Número tres: el desnudo en la escena de baño. Nunca se había insinuado un casi desnudo frontal en la industria. ¡Nunca!
El realizador tuvo que hipotecar su casa, sacrificar parte de su salario y el de su esposa para que la productora (Paramount Pictures) accediera a distribuirla. Aun así el éxito no estaba asegurado. El proyecto no tenía las características de un estreno de blockbuster como los que había dirigido con anterioridad. Pero eran los años sesenta y comenzaba una liberación mental de prejuicios en la vida cotidiana americana.
Llegó el día del estreno y el director presente con una foto de tamaño real afuera del cine advertía: «Una vez comenzada la función no se permite la entrada». También pedía que no se revelara el plot de la historia para dejar que los demás disfrutarán de la sorpresa que les esperaba. Con una campaña muy adelantada a su época, Psycho tuvo críticas muy positivas y fue la película que encumbró a Hitchcock en el pináculo de su carrera.
Sin embargo, la fama de «estricto» y «excéntrico» rodeaba al director. Vera Miles, hermana del personaje de Marion en la película, era una actriz que estaba ahí por contrato con la productora. Es decir, Alfred no la había escogido, de haber sido así la historia hubiera sido otra. La reticencia del director hacia Vera fue que, en palabras de la misma actriz, no le permitió algunos abusos e intrusiones en su vida personal, como las demás actrices.
Psycho le dió a Hitchcock cuatro nominaciones al Oscar, incluyendo la de Mejor Director y Mejor actriz de reparto para Janeth Leigh. Aunque nunca ganó la estatuilla, en su legado se deja ver un estilo influyente hasta nuestros días.
Nadie puede manejar el suspenso como él lo hacía. La teatralidad de su cinematografía es inmejorable y hace cómplice al espectador de lo que está pasando en pantalla. Hitchcock creaba un narrador interno con las tomas cerradas de su cámara, indicaba las pistas para que así el público sintiera el suspenso en el sudor de sus manos, en el conocimiento de causa del delito. Creaba una empatía hacia lo sucio, lo sangriento y lo voyerista.
El director realizó más de 50 películas. Murió en 1980. Psycho tiene tres secuelas, un remake y una actual serie de televisión. Ninguna película en la historia del cine es tan vigente como ésta y ningún personaje ha sido tan estudiado como lo es Norman Bates. El miedo a los moteles es gracias al Motel Bates y el género conocido como «slasher» tuvo su origen en esta película. El suspenso y su efectivo resultado es gracias a Alfred Hitchcock y su teatralidad del suspense.