Para Ileana
Decía Schopenhauer que al final de una buena tragedia la sensación que se tiene es la de que no vale la pena seguir viviendo. Decía Aristóteles que la finalidad de la tragedia es producir horror y conmiseración ante la caída del héroe. Náusea, muerte, destrucción, imposibilidad de restitución… son las palabras que definen la tragedia.
¿Por qué necesitamos tragedias? ¿Qué goce puede extraerse de semejante golpe de realidad, frente al placer del melodrama, donde todo sucede de acuerdo a nuestros sueños?