Qué injusta, qué maldita, qué cabrona es la muerte que no nos mata a nosotros sino a los que amamos.
Carlos Fuentes
La mortalidad es una condición inherente al ser humano. Todos, en algún momento de nuestra vida, nos enfrentamos al desconcierto, a la preocupación y al miedo que esta realidad nos genera. Mucho se habla de que el mexicano convive con la muerte de manera ligera, despreocupada; que se ríe de ella, que la celebra. Pero, en un país en que la muerte violenta, no aquella natural y tranquila con la que todos soñamos, si no la muerte injusta, humillante y dolorosa, se presenta cada día, ¿realmente la hemos exorcizado?