El capitalismo ha creado tanta precarización que tener un salario constante y un empleo parecen la prerrogativa de una minoría. Sin embargo, bajo qué condiciones existe el empleo y bajo qué referencias se percibe ese salario constante indican la clase social al que el trabajador se inscribe. En México, por ejemplo, se piensa al grueso de la población como parte de la clase media porque ha accedido a créditos sociales o privados con el fin de obtener vivienda, automóvil, electrónicos, etc. Camilo Ruiz, al contrario de Roger Bartra, opina que dicha clase media es un fantasma porque los criterios para definir a dicha clase eran los mismos que definían el proletariado hace cuarenta años. Entonces, el nuevo proletariado es aquella clase obrera que tiene crédito, por consecuencia, deuda.