I
Al principio fuimos aire, ligeros y fluidos
sin esperar nada ni ofrecer más que un respiro. Un soplo.
Luego fuimos agua, intensos, profundos
juntos un caudal: destrozamos piedras, abrimos caminos.
Fuimos materia constante, sin forma. Vastos.
Al principio fuimos aire, ligeros y fluidos
sin esperar nada ni ofrecer más que un respiro. Un soplo.
Luego fuimos agua, intensos, profundos
juntos un caudal: destrozamos piedras, abrimos caminos.
Fuimos materia constante, sin forma. Vastos.