Frente al espejo, sólo soy un reflejo.
Frente a Dios, sólo soy una creatura.
Frente al otro, sólo soy un distinto.
Soy un tú, soy un yo,
soy la hegemonía / soy la decadencia
soy el triunfo / soy la derrota
soy el blanco / soy el negro.
El diablo me abraza y veo un reflejo
que se confunde con mi rostro.
Desvirtualizo mi propio reflejo
y no me veo, veo a otro.
Soy otro, soy un cuerpo, soy un alma,
soy una combinación diferente
que se mezcla con el capítulo último
del Apocalipsis. Soy el cinturón
que se rompe durante la guerra.
¿Quién soy? ¿Por qué soy lo que soy?
No soy mi creador, pero me creo el día,
no soy mi verdugo, pero me aplico un corto
a un centímetro de velocidad al día.
El reflejo sobre el agua,
todos somos Narciso,
todos somos un tú(yo) de alguien
o somos el (tú)yo de nuestro dolor.
El cielo, la marea,
el festejo oculto de la luna,
que el misterio de la hegemonía se desprende
y la noche aconseja el misterio.
La diáfana pregunta de siempre: ¿quién soy?
Y sólo soy la ausencia del otro,
pero el otro, presente, es mi inexistencia.
Puedo sobrevivir en su memoria
o morir en su indiferencia.
¿Quién soy? El otro, mi madre,
me ha dado nombre, y yo, como creatura
le he dado nombre a más cosas.
Pero no soy Adán.
Soy Eva desterrada,
soy los hijos perdidos,
soy Abel asesinado por Caín,
pero también soy Caín asesinando a mi padre.
Lilith, la única con fortuna,
es la otra que se pierde en la memoria.
¿Quién soy? ¿Quién soy?
Le imploro a Dios
para encontrarme en el camino,
pero incluso, yo soy Dios,
soy mi propio creador.
Soy el tú-yo
de una dicotomía necesaria.
El otro soy yo,
yo soy el otro de un misterio.
Etiqueta: Poesía peruana
Cantos animales de días luminosos || Poemas de Aarón Ormeño Hurtado
Dos gallinazos en la Costa Verde
El sol quema y sus plumas negras hierven como brea.
Están en la Costa Verde poseídos por el hambre.
Entre el parpadeo y la llama || Poemas de Pamela J. Rodríguez
Tú la vela en la trastienda. Tú la carne de la ostra
Éramos galimatías guturales, gesto y pantomima.
Tú con tal grandeza,
la luna, la luna de las estaciones vivas,
la luna llena de sí misma.
Tú la vela en la trastienda. Tú la carne de la ostra.
Te cubriste de sal y yo, yo la bacante con vino,
la bacante en las puestas.
Yo esculpo tus cuerdas vocales
y en labios, soy yo la serpiente, empapada en agua de río.
Rompimos rudeza.
Discurso filial || Poema de Emilio Paz
Imagen: El amor y la muerte – Francisco de Goya
El amor no podría ser asesino de la muerte.
La muerte y el amor se aman,
pero hablar sobre el amor
no se puede resumir a 800 palabras
ni al canon literario.
hoy me desperte extrañandote con el corazon en la mano || Poema de Gabriel Bazalar
muchas veces me equivoco y me entierro en una sombra,
debajo de tus sabanas la sangre puede vomitarse como un arcoíris
y algunas fotos que te hice el año pasado
Fronteras poéticas || Poemas de Emilio Paz Panana
Pasaporte humanitario
El 4 de septiembre de 1988, los peruanos comenzaron a irse de su patria.
Abandonaron sus casas
promesas
recuerdos
tazas de café
cementerios / muertos / esperanzas frías.
El 4 de septiembre de 1990 nacía con la firme convicción de sobrevivir
a las colas, a los límites, a la delgada línea que separa dignidad de indignidad,
pero no tenía las intenciones de contentarme con usar aquella máscara
que algunos llaman, con fervor, nacionalidad.
Plegaria del ausente || Poema de Roy Alfonso Vega
Pintura: Agonía de David Manzur
oigo a madre toser.
sus pulmones como grandes hostias
hechas para los labios de la muerte.