Los pies viudos
Mis piernas son esbeltas…
Y desde el pubis hasta la axila se cuela el aire,
mi cabellera se desarma, cuando la suelto en el viento,
mis ojos son una mezcla entre el aire y el descaro…
Mi aroma, inevitablemente, te quita el aliento,
pero mi boca te catapulta al infierno…
Todas mis vertebras son preciosas, se alzan hasta mi cuello,
mi centro es flexible y húmedo…
Mis pies caminan nerviosos y sucios,
tristísimos y viudos, llorando por un par de zapatos…
Pidiéndole a las piernas que corran para traerles unos tacones,
o unos tenis poco importa…
Quieren la protección tan útil de unos zapatos.