Merlina (Miércoles en España), una de las creaciones originales de Netflix más vistas, ha dado mucho de qué hablar. Más allá de su vestuario, la actuación de Jenna Ortega o la icónica escena del baile, omnipresente en TikTok, la popularidad de la serie ha dado lugar a conversaciones más profundas sobre el papel de la televisión en el siglo XXI, tales como la diversidad en el reparto, la representación de los personajes negros o el queerbaiting. Uno de los temas que más interés ha despertado es la inclusión de una trama amorosa en la serie, cuando es evidente que las relaciones románticas no despiertan ningún interés en la protagonista. Esto nos lleva a una reflexión aplicable a la ficción en general: ¿cuándo será aceptable una mujer protagonista que acabe soltera, no como castigo, sino por libre elección?