I wish you thorns.
Alicia Valladares
Personalmente, nunca dejo pasar la oportunidad de desplazarme por debajo de una escalera. No lo hago buscando desmentir la superstición, sino al contrario: me gusta hacerlo por el rush que trae la posibilidad de que algo suceda. Más allá de la buena o mala suerte, me gusta sentirme capaz de vivir experiencias cargadas de cierto augurio como momentos que pueden propiciar algún cambio en el transcurso de las cosas. Me refiero a una especie de aprovechamiento de energía mágica y de un posterior ejercicio de reinterpretación. Considero que prácticas de resignificación similares las llevamos a cabo todo el tiempo, muchas veces sin siquiera notarlas; como, por ejemplo, al usar un medallón de la Virgen de Guadalupe, regalo de una abuela, o incluso en algo tan cotidiano como juntarse a cocinar con amigas. Estos ejercicios aparecen también una y otra vez en el quehacer artístico de la actualidad.