John Lennon lleva cinco años recluido en su departamento cuando oye «Coming Up!» de Paul McCartney y se siente inspirado por primera vez en mucho tiempo. Un poco después, John zarpa hacia las Islas Bermudas. Durante el viaje que realiza con un grupo de marineros, una fuerte tormenta cae sobre el barco. Todos caen enfermos menos John, que se sujeta al timón con todo lo que tiene: “el agua me llegaba a las rodillas”, explicó después; “las olas me golpeaban en la cara, una y otra vez, y no se detenían”. La violencia del mar le recuerda las giras, los conciertos y los gritos, que no son tan distintos a las olas que, como látigos, le escupen la cara y lo sacan de su estupor. Estar arriba de un barco, piensa, no es diferente a estar arriba de un escenario: “una vez arriba uno no se puede bajar».