Hace unos días, el 11 de septiembre de 2016, se recordó el atentado de las torres gemelas. Quince años después de aquel acto de violencia, la exclusión -como característica humana- sigue intacta. El Islam es muy probablemente la religión más odiada por la mayor parte de la gente y lo más triste es el desconocimiento de los cimientos que conforman esa creencia.