Pasamos por alto reflexionar sobre el significado de las palabras, especialmente en el ámbito académico y profesional: damos por sentado que las comprendemos. Un director de escena le pedirá al actor que «le de intenciones a sus parlamentos», y él entenderá, generalmente, que algunas partes las debe hacer triste, otras enojado, con variaciones de ritmo, tono, etc. Lo mismo sucede con la interpretación y el análisis de una obra… el lector tratará de entender el significado de una escena o de un monólogo, pero pasa por alto la intención.