La más reciente película del director italoamericano Martin Scorsese se siente como una despedida del cine de gansters. No creo que volvamos a ver una épica de esta envergadura en elenco, ni en historia y mucho menos en dirección. El irlandés se coloca, inmediatamente, como una obra maestra del realizador de 77 años y como una de las mejores realizaciones del cine actual.