Como cineasta en ciernes y cuando aún era estudiante de cine en la Escuela Nacional de Artes Cinematográficas (ENAC, antes Centro Universitario de Estudios Cinematográficos), me di cuenta de que el cine que a mí me interesaba y me gustaría explorar como realizador era un tipo de cine que difícilmente llega a la cartelera, un cine con construcciones narrativas más experimentales, alejadas de la convención narrativa limitada a sólo contar una historia. Un cine con exploraciones que atraviesan lo sonoro, lo visual y lo sensorial.