Ilustración de Carlos Gaytan
Los viernes y sábados, de ocho dos a ocho, bajo el puente de la Glorieta de los Insurgentes, personas de la comunidad LGBTTIQ+ intercambian ropa, comida, diseños, fanzines, dildos, libros y maquillaje. La Tianguis Disidente reapropia el espacio público para plantear una alternativa segura para la diversidad sexual de los alrededores. Los muros y los suelos están intervenidos para recordar a los heterosexuales, siempre curiosos observadores, que ya no somos un manojo de ramas agrupable para hacer arder.