En el húmedo y helado concreto de la calle, al lado de un farol parpadeante de luz tenue, lo vi, sin nombre. Una vida llena de promesas que no tiene identidad. Abrumado en impotencia y vergüenza, no quise pensar en lo que se escapaba frente a mis ojos, en las neuronas apagadas e inexistentes.
Etiqueta: cuento venezolano
El Templo || Cuento de Verónica Vidal
Dormidos flotamos en el éter,
Eugenio Montejo
nos arrastran las naves invisibles
Hacia mundos remotos
pero sólo en la tierra abren los párpados.
La basílica de San Roque era nuestro punto de encuentro con el ruido de Barranquilla. Vivíamos en un pueblito a treinta minutos del centro y a muchas lágrimas de humillación de distancia, con respecto a nuestro verdadero hogar. Éramos migrantes caminando entre musarañas nuevas y vacíos en el pecho.