Los años 50 son, sin duda, la edad de oro de la ciencia ficción en el cine. Después de explotar hasta la saciedad el cine de monstruos durante los 30 y los 40, Hollywood necesitaba una nueva amenaza. La postguerra y sus consecuencias, tales como el desarrollo de las armas nucleares, el apogeo de la URSS y la progresiva emancipación femenina provocaron una sensación de inseguridad en el hombre estadounidense medio. La ciencia ficción, que logró dar forma a estas preocupaciones y, mediante mensajes anticomunistas y misóginos, aseguraba acabar con ellas, se erigió como el nuevo género de moda. El mensaje era claro: a pesar de los cambios sociales que ponían en peligro el estilo de vida estadounidense, el país se mantendría firme por preservar el statu quo.