El guante y la pluma. La palabra y el golpe. En estos casos, la diferencia es una línea sutilmente marcada por gustos. El box y la literatura son artes -por su agudeza representativa como metáfora del orbe, además de que poseen matices como la referencialidad en el público- que confluyen por una misma vertiente: la cuestión de expresarse única e inigualablemente para destacar en un medio.