Corría el año 1962. En la sección de anuncios del periódico Variety, una mujer buscaba trabajo. Se definía (en este orden) como madre de tres hijos, divorciada, estadounidense y con treinta años de experiencia. Desgraciadamente, nada de este anuncio se alejaría de la realidad de nuestro día a día si no fuera por la profesión de esta mujer: actriz. Y quizá esta anécdota no se recordaría años después si no fuera porque quien escribió esto no fue otra que la mismísima Bette Davis. El anuncio, más que una verdadera búsqueda de trabajo, se trataba de una satírica denuncia por parte de Davis hacia la falta de ofertas para actrices mayores de cuarenta. Casi sesenta años después, con actrices de menos de cuarenta años siendo rechazadas para interpretar el interés amoroso de hombres que pasan la cincuentena (como le pasó a Maggie Gyllenhaal), ¿hemos avanzado?